- Desde el mes de agosto era vox populi que Igor Martínez había colgado las botas por culpa de una complicada lesión en el pie que le ha llevado por el camino de la amargura. El antiguo canterano del Deportivo Alavés se vio obligado a decir basta mucho antes de lo que hubiese deseado, ya que a sus 31 años todavía tenía margen para seguir compitiendo durante varias temporadas más. Sin embargo, no fue hasta ayer cuando el protagonista quiso hacer pública la noticia mediante una emotiva carta en las redes sociales titulada "Querido fútbol". Glorioso todo lo bueno que ha aprendido a lo largo de su dilatada trayectoria."Llegó el día que nunca pensé que podría llegar. Y menos tan pronto y de esta manera. Decir adiós, un día importante y difícil a la vez. Pero, aunque me esté despidiendo, siempre estaremos unidos", escribió al inicio un exjugador al que el Alavés le ha asignado el puesto de segundo entrenador del San Ignacio, tercer equipo masculino en la estructura deportiva de la entidad de Mendizorroza que milita actualmente en Tercera División. Su cometido no es otro que el de asistir a Raúl Llona, ganar experiencia en los banquillos y, sobre todo, transmitir a las jóvenes promesas del

Igor confirmó en su carta que ha vivido "un camino largo y bonito, con buenos y malos momentos" desde que hace 26 años comenzó a dar patadas al balón en su casa siendo un imberbe. "Haciendo balance, sin duda, ha merecido la pena. He podido dedicarme profesionalmente a lo que siempre me ha gustado y, echando la vista atrás, me doy cuenta de lo afortunado que he sido, tanto en la parte profesional, como en la personal. Me siento orgulloso de los esfuerzos, los sacrificios, los errores y aciertos cometidos", subraya el vitoriano, a quien Josu Uribe hizo debutar en Segunda División con el Alavés con apenas 18 años, en concreto un 29 de septiembre de 2007 ante el Tenerife y que ha regresado al club de su ciudad tras diez años de peregrinaje por equipos de todo el país y en distintas categorías.

"Quiero dar las gracias a todos los que me habéis acompañado en este bonito camino y todos los clubes en los que he estado, en especial al Deportivo Alavés, donde he crecido como jugador y como persona. y donde pude cumplir mi sueño de jugar en el primer equipo", recordó Igor. Quien fuera habilidoso extremo alavesista no tuvo reparos en confesar que "me habría gustado seguir unos años más, pero mi pie ha dicho basta. Me quedo con los buenos momentos de felicidad. Me has dado tanto que tengo mucho que devolverte. Así que, te prometo no alejarme", redactó en las últimas líneas para corroborar su adiós oficial.