- El Deportivo Alavés de López Muñiz se pondrá a prueba hoy ante el equipo más en forma de la competición. El Real Madrid ha ganado todos los partidos que ha disputado después del confinamiento. Siete victorias consecutivas que le han servido para adelantar al Barcelona y colocarse líder en solitario de Primera División con una cómoda ventaja de cuatro puntos sobre su eterno rival. Su dinámica contrasta con la del Glorioso, que ha perdido seis de sus siete duelos y pretende que el cambio de entrenador le ayude a revertir la situación.

La suspensión temporal de la competición les ha sentado muy bien a los hombres de Zidane. Han regresado motivados, en una excelente forma física y, además, han recuperado piezas importantes como Asensio y Hazard, aunque el segundo ha vuelto a caer lesionado y no estará disponible para enfrentarse al Alavés. Por si fuera poco, Marcelo ha recuperado su mejor versión y Vinícius Júnior empieza a tener acierto de cara a portería.

El nuevo formato del torneo, aunque suscitó quejas entre algunos equipos punteros, ha terminado beneficiando a los grandes, ya que tienen mayor capacidad de hacer rotaciones sin que la calidad del once titular se resienta entre jornada y jornada. Además, tienen la posibilidad de introducir cinco cambios de primer nivel, mientras que otros equipos están teniendo que utilizar jugadores que no han contado a lo largo de la temporada o acudir al filial. No es raro que las cinco sustituciones del Madrid sean, por ejemplo, Modric, Isco, Vinícius, Jovic y Mendy, que serían titulares en la mayoría de equipos,

La buena racha del conjunto merengue no se debe solo al rendimiento de sus futbolistas, también está recibiendo una ayuda de los colegiados, a la que tendrán que enfrentarse los gasteiztarras. En todos los encuentros que ha disputado el Madrid tras el parón las decisiones arbitrales han generado polémica, excepto frente al Espanyol, y siempre se han decantado del lado madridista. Si a esto le sumamos que los partidos no se han decidido por amplias diferencias de goles, quizás los hombres de Zidane no estén a tan alto nivel como marcan los números.

La primera decisión polémica tuvo lugar a los pocos minutos del reestreno liguero, cuando Kroos adelantó al Real Madrid frente al Eibar. En esa misma jugada, pareció que Benzema recibía el balón en posición adelantada, pero el VAR determinó con sorprendente velocidad que el francés se encontraba unos milímetros por detrás de la defensa armera. Desde ese momento el duelo fue un camino de rosas para el Madrid, que seguro que habría sufrido más de no haberse adelantado en el electrónico tan pronto.

En la siguiente jornada los merengues derrotaron por tres goles a cero al Valencia, resultado que pudo ser muy distinto. Esta vez fue el combinado che el que se adelantó en el marcador de manera tempranera con un gol de Rodrigo, pero el videoarbitraje intervino y dictaminó que Maxi Gómez estaba en fuera de juego y estorbaba a Varane en el pase a Rodrigo. La jugada, en la que se ve al delantero en línea con Mendy, es como mínimo tan dudosa como la de Benzema contra el Eibar.

Hasta ese momento, el arbitraje no había sido totalmente decisivo en los marcadores, pero su visita a Anoeta hizo que se empezara a señalar a los de la capital. En ese partido la Real Sociedad les plantó cara, pero el colegiado señaló un penalti a Vinícius que adelantó al Madrid. El brasileño cayó dentro del área, aunque unos metros después de sentir el contacto de Llorente. Poco después la Real empató, pero el VAR lo anuló al estimar que Mikel Merino estaba en fuera de juego y estorbaba la visión de Courtois, a pesar de que el portero se lanza a por el balón cuando dispara Januzaj. Los expertos coincidieron en que el gol debió subir al electrónico. Por último, Benzema aumentó la renta en un centro que controló entre el hombro y el brazo, una jugada abierta a interpretación y que de nuevo cayó del mismo lado. El partido terminó 1-2, pero habría sido un 2-0 si las decisiones arbitrales hubieran favorecido a los donostiarras.

Con el ambiente caldeado, el Madrid se midió al Mallorca y tampoco faltó el debate. Vinícius abrió el marcador, pero los baleares reclamaron una falta anterior de Carvajal a Dani Rodríguez en el robo que propició el gol. La infracción era clara, pero ni el árbitro ni el VAR lo vieron así. Contra el Espanyol no hubo jugadas dudosas, aunque regresaron en la visita del Getafe. Los locales ganaron con un gol de penalti señalado a Olivera sobre Carvajal. En la primera mitad, fue Carvajal quien derribó a Olivera en el área. "Sigan", dijo el colegiado.

El último escándalo tuvo lugar el pasado fin de semana en el duelo contra el Athletic y fue de nuevo decisivo en el resultado final. El VAR señaló penalti en una entrada de Dani García a Marcelo dentro del área, en la que pisó al brasileño. Sin embargo, en la segunda mitad Ramos derribó a Raúl García con un pisotón, involuntario según el equipo arbitral. Dos acciones similares, dos interpretaciones distintas. El reto para el Alavés hoy es mayúsculo, ya que, si nada cambia, tendrá que medirse a su rival en inferioridad numérica.