- Estar todo el rato pendiente de los resultados de los competidores directos no suele ser síntoma de nada positivo en el rendimiento propio y esta máxima bien se le puede aplicar a un Deportivo Alavés que ha protagonizado un regreso a la competición lejos de los mínimos exigidos. Con solo tres puntos en cinco encuentros gracias a su solitaria victoria contra la Real Sociedad, no se puede decir que la readaptación del cuadro albiazul a la competición tras el parón obligado por el coronavirus haya sido buena. Ni mucho menos, ya que los números le sitúan como uno de los peores equipos de Primera División en estas cinco jornadas que se han disputado desde que el torneo arrancase de nuevo. Pero, por fortuna para los intereses del cuadro dirigido por Asier Garitano, el ritmo de los tres equipos que ocupan la zona de descenso es tan malo o aún peor que el del propio conjunto alavesista. El paso de tortuga se les queda rápido por mucho, ya que solo el Espanyol, con cuatro puntos, ha sido capaz de recortar mínimamente su desventaja inicial. Así, si cuando en marzo la competición se detuvo tras veintisiete jornadas El Glorioso tenía una renta de siete sobre la zona roja, en estos momentos, con cinco partidos más jugados y solo seis para la conclusión, el colchón se ha incrementado hasta los nueve -a los que según la clasificación actual encima hay que añadir el gol average particular con el Mallorca-, una cifra esperanzadora cuando solo quedan dieciocho por jugarse. A pesar de que el ritmo vitoriano no es bueno, el de sus perseguidores es tan lento que, salvo reacción insospechada, es imposible que les dé tiempo a dar alcance al Alavés aunque no sea capaz de sumar ni un punto más.

Los 35 puntos que actualmente refleja el casillero albiazul son históricamente sinónimo de problemas clasificatorios, pero en esta ocasión pueden ser incluso suficientes para mantener la categoría. Lo casi nunca visto, aunque no estaría de más que el equipo de Garitano se acercase cuanto antes a los cuarenta que delimitan la diferencia entre la tranquilidad y el sufrimiento.

Normalmente las segundas vueltas, y sobre todo las jornadas finales, deparan resultados extraños que en otra fase más inicial de la competición es difícil que se produzcan. Los equipos amenazados por el descenso acostumbran a reaccionar y conseguir puntos con una facilidad inusitada. Pero en esta ocasión no está siendo el caso. Casi todos por encima han pisado el acelerador para escapar de la quema -al propio Glorioso le han superado casi todos sus rivales directos y solo queda por detrás, a un solo punto, un Celta que ha sumado siete en los últimos tres partidos-, mientras que los Mallorca, Leganés y Espanyol que ya se fueron al parón en una situación comprometida no han reaccionado.

De los tres, los pericos han sido los mejores, pero solo han sumado cuatro puntos (victoria ante el Alavés y empate frente al Getafe) que ni siquiera les han permitido abandonar la última posición y les ponen ya a diez de la permanencia. Ha sido el único capaz de recortar su diferencia con los de Garitano, pero la misma solo se ha reducido en un punto (once), al que cabe añadir también el gol average particular.

Peor aún le ha ido al Leganés con sus empates ante el Mallorca y el Granada. Los pepineros no fueron capaces de ganar su duelo directo con los baleares y perdieron también dos oportunidades de oro de remontar a rivales cercanos como Valladolid y Osasuna. La salvación la ven a nueve puntos, que son diez con respecto al Alavés y la diferencia de goles general en estos momentos claramente a favor del equipo vitoriano (+6).

El Mallorca ha sido el peor equipo de Primera en el regreso a la competición, aunque esta cuestión se podía esperar visto su complicadísimo calendario. Su gran desgracia, la victoria que dejó escapar ya casi al final del partido contra el Leganés, un duelo que terminó en un empate que no le servía a nadie. Los bermellones siguen marcado la línea de descenso, pero de esta a uno de la salvación se han alejado a ocho. Mientras, el Alavés ha ampliado en dos puntos su renta, hasta los nueve.