Gasteiz. Jugadores del banquillo separados por distancia de seguridad y un estadio sin público no fueron lo único inusual del reencuentro del Deportivo Alavés con la Liga. Otro aspecto muy poco habitual fue ver un fallo en Fernando Pacheco. El guardameta albiazul, habitualmente un seguro de vida, cometió un error impropio de su categoría y acabó expulsado cuando aún quedaban 70 minutos, en una jugada que acabaría por marcar el partido ante el Espanyol.