Vitoria, 5 jun (EFE).- El Deportivo Alavés regresará a LaLiga Santander con un horizonte de 40 puntos, donde en teoría se encuentra el objetivo de una permanencia que estaría muy encaminada si los albiazules sacan réditos en el primero de los últimos once encuentros de la temporada, ante el RCD Espanyol.

Los 32 puntos del club vitoriano, 7 más que el Mallorca, que marca el descenso en estos momentos, dan aire a un grupo que busca el éxito en su fortaleza grupal y en el estado de gracia de Lucas Pérez y Joselu Mato.

La pareja gallega es una de las más goleadoras del curso con 20 tantos, solo superada por la formada por los culés Leo Messi y Luis Suárez, que firman 30 dianas hasta la fecha. Sin embargo, el nueve albiazul no podrá estar en la vigésima octava jornada de liga ante los periquitos por estar sancionado.

El cuerpo técnico liderado por Asier Garitano ha trabajado a conciencia durante estas semanas, conocedores de que el apartado físico es uno de los fuertes del Glorioso y de que gran parte de esos 32 puntos los ha logrado por su despliegue en el terreno de juego y la efectividad de cara a gol.

El técnico de Bergara tiene la enfermería vacía después de recuperar al manchego Tomás Pina que, tras romperse el peroné ante el Granada en diciembre, se entrena como uno más y ha salido beneficiado de este parón para poder ayudar a sus compañeros en la recta final.

Tan sólo las molestias musculares de algunos jugadores han trastocado las planes del jefe del banquillo alavesista, que no quiere riesgos con sus pupilos y cuenta con toda la plantilla para disputar once jornadas frenéticas.

De hecho, varios jugadores del conjunto filial están desde el primer día dentro de la dinámica del equipo y el preparador guipuzcoano podría contar con ellos en cualquier momento dado que la rotación y el reparto de minutos en este epílogo se antojan cruciales.

Entre ellos, hombres como Paulino De La Fuente o el internacional Javi López podrían llegar a debutar en alguno de estos duelos si Garitano lo estima oportuno y es que el inquilino del banquillo vitoriano es consciente de que tendrá que echar mano de numerosos jugadores para lograr el objetivo de la permanencia, que le otorgaría la renovación automática de su contrato si ambas partes así lo estiman.

Para ello, el Alavés deberá medirse a tres de los cuatro equipos que ahora mismo ocupan los puestos de Liga de Campeones como Barcelona, Real Madrid y Real Sociedad, además del Getafe y el Atlético de Madrid.

Otro bloque de conjuntos serán los rivales directos, que tienen prácticamente los mismos guarismos como Osasuna, Betis y Valladolid, mientras que el Celta de Vigo y el Espanyol jugarán ante los babazorros con las urgencias de conseguir sumar con rapidez para evitar los puestos de descenso.

De los once duelos por jugar, los alavesistas disputarán cinco en Mendizorroza, donde hasta el momento han logrado 23 de los 32 puntos que tienen actualmente, casi el 72 % del total.

Sin embargo, en esta fase, el mayor hándicap para el plantel vasco será jugar sin público en su feudo, donde todos los equipos siempre han reconocido la dificultad que supone disputar un encuentro en el estadio vitoriano por el empuje de una afición que no podrá alentar a los suyos.