- Como todo el mundo, Josean Querejeta está muy preocupado. Más allá de la inquietud propia de la pandemia, la cuestión más importante, el dirigente está a los mandos de dos empresas deportivas que tienen por delante un futuro de incertidumbre. Y, como aseguró el máximo mandatario de Saski Baskonia y Deportivo Alavés en Onda Cero, su preocupación de cara al futuro es mayor en el caso del baloncesto que en el del fútbol, ya que esta segunda disciplina cuenta con la salvaguarda de las enormes cantidades económicas que reportan los derechos televisivos, mientras que en el deporte de la canasta gran parte de los ingresos dependen de factores de difícil viabilidad a corto plazo.

"Todo este paro total de la economía va a tener consecuencias que van a durar y las vamos a pagar entre todos. Me preocupa mucho más el baloncesto que el fútbol porque tiene menos capacidad de generar recursos. El fútbol esta temporada, de una u otra forma, la vamos a pasar, pero la que viene va a ser muy dura y a partir de la 2021-22 espero que empecemos a recuperarnos. Los derechos de televisión generan muchísimo dinero y eso es una gran ventaja que el baloncesto no tiene. Ahí tenemos una economía mucho más atomizada. Este año tenemos un presupuesto de 17 millones de euros, pero está muy dividido entre producción comercial, venta de entradas, abonos, derechos de televisión, Euroliga, ACB... La carga de los derechos de televisión no es tan importante como en el fútbol y eso hace que en una situación como esta, al estar tan atomizado, se sufra en todas las áreas de generación de recursos", aseguró.

Con más de tres décadas al frente del Baskonia y casi una a los mandos del Alavés, el mandatario de Lazkao considera que esta crisis no es la más grave que le ha tocado vivir. Pero sí que entiende que existe una complicación añadida por la incertidumbre de cara al futuro, que no permite trazar planes de actuación: "No es la situación más difícil a la que me he enfrentado. En el baloncesto hemos vivido muchas muy complicadas y en el fútbol cogimos el club en Segunda B con más de veinte millones de deuda. Las dificultades no me asustan porque estoy acostumbrado a vivir con ellas, lo que más me preocupa es la incertidumbre. Cuando tienes una dificultad puedes reflexionar, hacer planteamientos, prepararte y, en definitiva, trabajar. Ahora mismo existen tantas incertidumbres en temas de aforo, venta de entradas, la situación en la que van a estar las empresas para invertir en publicidad que... Todos tenemos el deseo de que las cosas empiecen pronto, pero no sabemos ni cuándo ni cómo".

Esa reanudación está en boca de todos, pero Querejeta no quiso aventurarse a la hora de pronosticar un momento para su regreso. Lo que dejó claro es que la conclusión de la Euroliga le parece inviable. "Me parece complicado terminar porque cada país tiene una situación diferente. En la ACB hay más posibilidades porque se puede jugar en una ciudad y, aún con diferencias en la desescalada, todo va en una línea. A nivel europeo, con tantos equipos en tantos países y las situaciones tan diferentes que existen, me parece más complicado. Soy bastante pesimista con la reanudación de la Euroliga", detalló.

Mucho más crítico fue con el futuro a medio plazo de la competición doméstica, en la que de ninguna manera ve la opción de que la próxima temporada haya veinte clubes: "El presidente de la ACB se comprometió a que iba a haber dieciocho equipos y por eso llegamos al acuerdo de terminar la competición. Me imagino que no será fácil, pero ni hay fechas, ni hay economía, ni hay posibilidades para una competición de veinte equipos. Los propios estatutos de la ACB no permiten cambiar la competición cuando durante una temporada ya se ha votado ese posible cambio y no ha salido adelante. Entiendo que si hay dos ascensos debería haber dos descensos".

El dirigente deportivo también habló de las diferencias entre fútbol y baloncesto a la hora de negociar las rebajas salariales de los jugadores. Ponderó el acuerdo en el segundo de ellos y criticó claramente la falta de un criterio único entre los clubes de fútbol, que al final ha conducido a que cada uno aplique unas medidas. "En el baloncesto fue más sencillo porque negoció la Euroliga con el sindicato de jugadores y se llegó a un acuerdo en tres o cuatro semanas. En el fútbol no hemos tenido una unidad de criterio. Cada equipo tiene una situación diferente, pero creo que en estas situaciones nunca hay que tomar medidas simpáticas, sino tener unidad de criterio. Cuando un sector es tan importante en negocio, puestos de trabajo e ingresos, deberíamos haber tenido, y espero que en el futuro sea así, una unidad de criterio y no ir cada uno por su cuenta. En el baloncesto no ha pasado esto y creo que tiene que servir de aprendizaje, sobre todo de cara a la próxima temporada que va a ser muy dura", indicó.

Y, en este sentido, avanzó que las rebajas salariales que se han aplicado para finalizar el presente curso se van a tener que extender también al próximo: "Estamos en una situación de fuerza mayor y podemos entrar en un escenario de no poder pagar los contratos actuales. Y no por una mala gestión. Puedo entender que en su momento, con los concursos de acreedores y las deudas enormes, eran motivados por malas gestiones. Este no es ese caso; esto excede de cualquier tipo de trabajo nuestro. Habrá que ver cuál es la situación general de los clubes, los contratos que hay firmados, las posibilidades de generación de recursos y no olvidar que entre el 60 y el 70% de nuestros recursos va destinado a los salarios de los jugadores", concluyó.

"Estoy acostumbrado a vivir con dificultades, lo que más me preocupa es la incertidumbre"

"Con la reanudación de la Euroliga soy pesimista porque cada país está en una situación diferente"

"No ha habido una unidad de criterio en el fútbol para reducir salarios; no puede ir cada uno por su lado"

"Podemos entrar en la situación de no poder pagar los contratos actuales "

Grupo Alavés-Baskonia