- El deporte es uno de los grandes patrimonios de Vitoria y también una de las elecciones favoritas entre la ciudadanía para consumir su tiempo de ocio. Por ello, quien más quien menos entre los abonados del Deportivo Alavés y de Saski Baskonia -más de 17.000 en el primer caso según cifras del presente curso, alrededor de los 10.000 en el segundo con los datos de la pasada campaña- se está preguntado ya qué decisión va a tomar el conglomerado deportivo dirigido por Josean Querejeta con respecto a la parte proporcional de los abonos de los partidos de ambos clubes que aún quedan por disputarse y que esta última semana ha quedado ya definitivamente claro que no van a contar con público. En el caso de Mendizorroza, si la competición se retoma el estadio del Paseo de Cervantes acogerá los encuentros a puerta vacía; mientras que al Buesa Arena ni siquiera volverán los partidos este curso, pues tanto la Euroliga como la Liga ACB se resolverán, si se puede, en cancha neutral. Por tanto, los dos grandes recintos deportivos vitorianos se quedarán mudos. Ahora habrá que ver si el Grupo Alavés-Baskonia opta por compensar a sus abonados con un reintegro de la totalidad o una parte de esos encuentros que no van a poder disfrutar o si, por el contrario, se busca una bonificación de cara al futuro para los actuales perjudicados.

La lista de actividades suspendidas por el confinamiento para tratar de contener la expansión del coronavirus es enorme y la ley actualmente no prevé una solución para los contratos temporales o de tracto sucesivo que se han visto suspendidos por un motivo ajeno a la empresa, como es el caso de los abonos a clubes deportivos. La obligación de devolver dinero no existe en este caso, que es diferente al de las entradas sueltas para un partido en concreto que sí tienen que reembolsarse. Por tanto, será cada club el que decida internamente qué va a hacer en cada caso. Y en esas se encuentran los rectores del Grupo Alavés-Baskonia.

En Mendizorroza quedaban todavía cinco partidos para terminar la temporada, los duelos contra Real Sociedad, Osasuna, Granada, Getafe y Barcelona. Los ingresos en concepto de venta de entradas en taquillas en esos encuentros ya están perdidos, siendo bastante relevantes en el caso de los derbis y también de la jornada de cierre del curso contra el conjunto culé. Habrá que ver si el club opta ahora por una compensación económica a los abonados, que no van a poder presenciar en sus asientos habituales el 26% de los compromisos de este curso -el único conjunto de Primera División que ha anunciado una medida en este sentido es la Real Sociedad, que devolverá el 20% de los abonos; por su parte, el Celta también se mueve en una línea similar y prevé una devolución del 31,5%-, o si lo que se busca es una actuación enfocada a ofrecer una condiciones ventajosas de cara a una próxima campaña -así lo ha hecho Osasuna, por ejemplo- que se antoja muy oscura en este sentido, pues parece inviable que haya espectadores hasta 2021.

Para el presente curso, el Alavés había presupuestado 4,1 millones de euros de ingresos por socios y abonados de un total de 76 millones. Con la certeza de que una parte de la caja ya se ha perdido al no poder vender entradas individuales, habrá que ver qué camino se toma con los abonos. Una hipotética devolución supondría renunciar a algo más de un millón de euros, a añadir a otros apartados en los que va a ser imposible cumplir con los planes financieros trazados. Y eso mientras que se prepara un plan de cara a futuro, en el que a la certeza de jugar a puerta cerrada durante un tiempo aún indefinido se va a unir, casi con total seguridad, una sustancial merma en el número de abonados por la crisis que se avecina.

Si el panorama en Mendizorroza es complejo, más aún lo es en el Buesa Arena. No en vano, el peso del dinero que reportan los abonados en el presupuesto del club de baloncesto -alrededor de 16 millones de euros- es mucho mayor que en el fútbol, donde los derechos televisivos (50 millones) minimizan todo lo demás. En las últimas temporadas, el Baskonia viene ingresando alrededor de dos millones de euros fijos de sus abonados, a los que hay que añadir las taquillas y los partidos en los que los socios también pasan por caja, como las eliminatorias de la Euroliga o semifinales y final de la ACB, encuentros que pueden conducir a duplicar la cantidad de partida dejarla en torno a cuatro millones de ganancias en este apartado. Del mínimo de 34 encuentros posibles en casa, al Baskonia le quedaban por delante aún ocho (23,5%) delante de su público y también se encuentra en fase de estudio una posible compensación a los abonados, aunque en este caso el daño en las arcas sería mucho más serio.

Al ser una suspensión ajena a la empresa, en el caso de los contratos temporales no existe obligación legal de devolver la parte proporcional