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25ª jornada de liga

Estadio Mendizorroza. 19.412 esp.

Árbitro Mateu Lahoz (valenciano).

Alavés

alineacióntarjetas

Banquillo

31. Castro; 6. Magallán; 15. Fejsa; 20. Pons (80') ; 16. Edgar (45'); 29. Borja Sainz; 24. Burke (71').

Athletic

alineacióntarjetas

Banquillo

13. Herrerín; 6. San José; 8. Unai López; 12. Larrazabal (85'); 15. Lekue (76'); 19. Ibai Gómez; 20. Aduriz (80').

goles

0-1, minuto 17: Raúl García. Falta ensayada del Athletic, servicio de Muniain desde la izquierda que en primera instancia no empalma Vesga, pero que le cae a Raúl García y saca un zurdazo a la base del palo.

1-1, minuto 28: Lucas Pérez, de penalti. Gran contra del Alavés, Vidal entra en el área y le derriba Yeray. Lucas marca la pena máxima de disparo raso a la izquierda. 2-1, minuto 91: Ely. Falta al segundo palo de Lucas, donde aparece el brasileño alargando su pierna para embocar su remate.

tarjetas

Amonestó a Capa (minuto 20), Núñez (minuto 26), Navarro (minuto 31), Dani García (minuto 31), Iñigo Martínez (minuto 32), Martin (minuto 33), Ely (minuto 52) y Pons (minuto 86).

Vitoria - En los anales de la historia del Deportivo Alavés la victoria de ayer quedará recogida como un tesoro que se encontró de manera inesperada. Es más, es que el equipo albiazul no hizo durante casi todo el derbi ni siquiera el intento de ponerse a buscarlo. Un encuentro que el Athletic dominó durante toda la primera parte a su antojo sin ser capaz de conseguir el desequilibrio en el marcador que había merecido y que en la segunda se metió de lleno en una espiral de aburrimiento y bostezos hasta que El Glorioso despertó a Mendizorroza de su letargo con un desacostumbrado arreón final de los de antes que culminó con un gol de Rodrigo Ely en el último minuto que vale por más de media permanencia. Lo único salvable de un indigesto bodrio que incrementó aún más las dudas sembradas en Mallorca, pero con un desenlace de claro efecto amnésico. Porque, al final, los puntos son los que cuentan y los tres que sumó el Alavés a su casillero valen su peso en oro.

Mantuvo Garitano el 4-4-2, aunque con tres retoques con respecto a Mallorca y con la presencia de Martin como extremo derecho como novedad. El ambiente de gala y el recibimiento de excepción al equipo propiciaron una salida impetuosa, aunque ese efecto gaseoso se disipó celeridad para dar paso a un Athletic dominador y que aprovechó la pasividad defensiva local.

Y es que, en este sentido el Alavés estuvo desconocido. Recibió bien pronto un aviso en un córner en el que Yuri pudo acomodarse tranquilamente para recibir en corto y centrar para que Pacheco apareciese por vez primera ante Williams. El nueve generó muchísimos problemas con su velocidad, pero, además, los rojiblancos se encontraron también con un buen puñado de regalos, como una pérdida de Ely ante Raúl García que el guardameta albiazul hubo de resolver de nuevo.

Hacer mella en la poderosa defensa de tres centrales visitante no resultaba sencillo, pero ahí emergió la sociedad ilimitada que componen Joselu y Lucas para amenazar a un Simón que se mostró soberbio. Primero se anticipó en un mano a mano con el coruñés y después sacó una mano providencial para sacar el cabezazo del de Silleda.

A la tercera, el Athletic no desaprovechó la pasividad de una zaga de nuevo dormida en la ejecución de un balón parado. Con todo el equipo hundido dentro del área y sin barrera de vigilancia, un toque en corto para Yuri permitió al lateral avanzar solo hasta el borde izquierdo del área y sacar un centro que en primera instancia no pudo empalmar Vesga, pero que de seguido enganchó Raúl García. Sin que nadie hiciese siquiera el amago de salir a taponarle, alojó un zurdazo medido a la base del poste para hacer el 0-1 en el minuto 17.

Al Glorioso se le ponía el derbi cuesta arriba, pero se sacó, en medio de sus enormes problemas con el balón, un contragolpe perfecto en el que conectaron Lucas, Joselu y Vidal, quien cuando encaraba a Simón fue derribado por Yeray en un penalti muy claro. El siete ejecutó con éxito, abajo a su izquierda, su quinta pena máxima del curso para reponer las tablas en el minuto 28.

El empate hacía prever una subida anímica por parte vitoriana, pero nada más lejos de la realidad. Si el equipo había estado perdido hasta ese momento, después ofreció una versión todavía más timorata. Incapaz de cerrar los espacios, con jugadores completamente desubicados y sin un mínimo de intensidad, el Athletic se encontró con todas las facilidades del mundo para asentar sus reales en el balcón del área e internarse en la misma sin apenas oposición. Una sensación de inferioridad apabullante y de ser un muñeco de trapo en manos de un rival que, afortunadamente, no aprovechó su momento antes del receso.

Ely lo arregla todo Lo que vino después del descanso resultó insoportable. Quien no bostezó fue porque se quedó dormido, ya fuese en su sofá o en el propio Mendizorroza. Y el que aguantase dicho espectáculo hasta el final como espectador neutral es merecedor de medalla. El Alavés se hizo más seguro en defensa y el Athletic renunció al derbi. Un triste empate parecía el desenlace más apropiado para dos equipos incapaces de proponer nada y que aburrieron a las ovejas, pero un chispazo de Lucas con un centro-chut que Simón, ayudado por el larguero, desbarató a duras penas dio paso a un empujón final del Alavés como los de antes. Esos arreones que esta temporada se habían olvidado condujeron al gol de Ely, estirando su cuerpo al máximo para cazar el servicio de una falta de Lucas y meter la punta del pie para alojar el balón en la red tras golpear en el poste, que supuso culminar la remontada y hallar un tesoro inesperado en forma de tres puntos que dejan la permanencia al alcance ya de los dedos.

1Garitano La victoria sirve para tapar uno de los peores partidos del Alavés en toda la temporada, sobre todo en lo referido a los encuentros en Mendizorroza. Durante toda la primera parte, el Athletic jugó a sus anchas, muy cómodo en el centro del campo y asentado en el balcón del área sin apenas oposición, aunque esa superioridad no le permitió cobrar ventaja. La segunda parte fue horrible, pero salvada con el arreón final y el gol de Ely.

el entrenador