Vitoria - Si la sensación general que transmite el Deportivo Alavés es de una dependencia total en su ofensiva de la labor que desarrollen Lucas Pérez y Joselu, los fríos datos estadísticos no hacen sino acrecentar dicha imagen. Para un equipo que en los parámetros en los que se mueve El Glorioso, entre los humildes de Primera División, contar con una pareja como la que esta temporada han conformado los dos gallegos supone una bombona de oxígeno de dimensiones incalculables. La asociación del siete de A Coruña con el nueve de Silleda está sustentando prácticamente la totalidad del ataque albiazul. No en vano, de las veintidós dianas que se han marcado hasta la fecha en la competición liguera, al menos uno de los dos delanteros ha sido protagonista como goleador o asistente en diecinueve de ellas. Solo tres tantos se escapan de su control. Una incidencia brutal que habla tan claramente del excelso nivel que está mostrando el dúo gallego como de la falta de compañía que están encontrando en este sentido. De momento, el equipo de Asier Garitano está sobreviviendo a esta soledad compartida, pero se trata de un problema que necesita solución para que la dependencia actualmente existente no acabe siendo letal.

Con su diana el pasado sábado ante el Villarreal, Joselu igualó a Lucas como máximo realizador alavesista de la campaña con ocho goles. Dieciséis entre los dos gallegos de los veintidós que ha marcado el equipo hasta a fecha. Prácticamente el 73 % de los tantos conseguidos por el equipo ha llevado la firma directa de uno de los dos. El único que les persigue, en la lejanía, es un Aleix Vidal que acumula dos goles, mientras que con uno por cabeza se encuentran Lisandro Magallán, Víctor Laguardia, Tomás Pina y Pere Pons.

Si ser partícipes directos de prácticamente tres cuartas partes de los tantos del equipo ya es una cifra tremendamente elevada, el registro estadístico crece todavía más cuando se le añaden las asistencias. La mitad de las dianas del curso han venido precedidas del pase anterior de un compañero y en este apartado es Lucas el mejor, con cuatro servicios definitivos, mientras que Joselu ha contribuido a la cuenta con una asistencia. En esta faceta, Vidal se encuentra justo por detrás del coruñés con tres pases decisivos, mientras que con uno por cabeza aparecen también Martin Aguirregabiria, Pere Pons y Rubén Duarte.

En dos ocasiones fueron ellos mismos los que se combinaron para marcar, con el coruñés dejando el balón franco al de Silleda. Fue ante el Valladolid, con una pisada que frenó el esférico para que el nueve empalmase; y el pasado sábado frente al Villarreal, con una pared perfectamente ejecutada para que el delantero de origen alemán batiese a Sergio Asenjo.

Esta asociación propicia que solo dos asistencias de Lucas -el saque de esquina a la cabeza de Magallán ante el Celta y la apertura a la derecha a Vidal frente al Betis- y la única de Joselu -el pase a la izquierda hacia la carrera de Vidal en la visita al Levante- computen dentro de las acciones de gol en la que la pareja gallega ha tenido incidencia directa, sumándose a los dieciséis tantos que han marcado entre ambos y arrojando una cifra total de diecinueve dianas en las que han sido directamente protagonistas. Dentro del global del equipo, el porcentaje de incidencia se eleva hasta el 86,4 %.

Tres dianas sin protagonismo El peso de la pareja de puntas gallegos es enorme en el ataque como asegura dicho porcentaje. Tanto que solo tres dianas en lo que va de curso se escapan de su participación directa en la fase decisiva de la resolución. Una cifra nimia, muy lejana a la de cualquier otro equipo de Primera División por relevantes que sean sus figuras esta campaña.

El primer gol que se queda fuera del radar de acción directa de Lucas y Joselu es que el Laguardia le marcó a Osasuna. Tras un saque de esquina, Martin devolvió el esférico al área prácticamente desde el centro del campo y ahí el central malo resolvió como si se tratase de un delantero centro. El segundo, ante el Valladolid, llegó tras un saque de falta desde la zona central de Lucas que cabeceó para despejar Fede Barba pero que el guardameta pucelano, Jordi Masip, no fue capaz de atajar, dejando el balón franco para que un atento Pina lo remachase al fondo de la red sobre la línea. El tercero y último hasta la fecha fue el que Pons se marcó al Barcelona en el Camp Nou. Tras una acción combinativa por el costado izquierdo, Duarte sacó un servicio que el centrocampista gerundense cabeceó en plancha rompiendo desde la segunda línea y tomando por sorpresa a la defensa culé.

Vidal, la tercera pata Estos tres ejemplos componen la excepción a la regla que parece haberse instaurado en el ataque alavesista, en el que casi todo pasa por Lucas y Joselu. El único que les sigue, desde bastante lejos, en incidencia en acciones de gol es un Vidal que acumula dos dianas y tres asistencias, pero que no podrá seguir engrosando estos registros en la visita al Sevilla, donde no puede jugar al reflejarlo de esta manera su contrato de cesión. Eso sí, tanto en sus dianas como en sus pases decisivos, el catalán se ha asociado siempre con uno de los dos gallegos. Ellos le asistieron en sus dos tantos, mientras que sus servicios fueron decisivos para que el nueve marcase en la jornada inaugural ante el Levante y abriese el marcador en Eibar, así como para que el siete le marcase el segundo tanto al Celta.