Vitoria - Si Asier Garitano ha evidenciado ser un entrenador cuya confianza está depositada en un núcleo de jugadores muy reducido, el mayor peso de minutos dentro de ese bloque concreto recae en un Rubén Duarte que no podrá jugar en Granada por acumulación de cinco tarjetas amarillas y que sitúa al entrenador del Deportivo Alavés en una tesitura de dudas a la hora de elegir un relevo. Tendrá que optar entre la alternativa natural de apostar por un futbolista que es un lateral izquierdo específico como Adrián Marín que lleva ya mucho tiempo sin jugar o apostar por una solución de emergencia con la reubicación en dicha parcela de otro defensa, con Ximo Navarro o Martin Aguirregabiria, acostumbrados a esa misma posición pero por la banda derecha, como alternativas más viables. En todo caso, una ausencia de peso, la de un futbolista de labor callada pero que desde la llegada de Abelardo y también ahora con Garitano se ha convertido en el propietario fijo del lateral zurdo.
Duarte acumula 1.260 minutos esta temporada, todos con la única excepción del descanso del que disfrutó en la visita a la Real Sociedad, un encuentro en el que varios titulares fueron reservados por el entrenador para que estuviesen frescos de cara al trascendental duelo con el Mallorca que llegaba solo unas horas después. Antes y después, ha sido titular a lo largo de las catorce jornadas restantes y no ha sido sustituido ni una sola vez. Con Garitano, el almeriense formado en la cantera del Espanyol ha seguido la línea de continuidad que ya disfrutó con Abelardo después de unos primeros meses muy complicados en Vitoria, cuando Luis Zubeldía le transmitió claramente que no contaba con él y le abrió una puerta de salida que entonces decidió no traspasar a la espera de una oportunidad que le acabó llegando con el asturiano.
Desde entonces, y a pesar de parecer un futbolista invisible, Duarte se ha hecho con un puesto fijo en las alineaciones y su ausencia ahora, en un partido muy relevante ante el Granada que puede aportar unas dosis de tranquilidad enormes, se contempla como complicada de subsanar. Y es que cuando un jugador está de manera prácticamente permanente sobre el césped, su relevo se convierte en un problema complejo para el entrenador.
La lógica en estos casos apunta siempre en primer lugar al sustituto natural en la demarcación, pero las dudas aparecen por la falta de minutos del mismo. Adrián Marín solo ha participado en tres encuentros en lo que va de curso y, precisamente, en el último que apareció fue en el derbi en Anoeta del pasado 26 de septiembre. Desde entonces han corrido nueve encuentros en el calendario y el murciano no ha entrado en ninguna convocatoria. Sus tres participaciones (Espanyol con Duarte de central, Getafe en sistema de cinco defensas y el citado encuentro contra la Real en el que no jugó el almeriense) han sido como lateral izquierdo, en las que ha sumado 246 minutos, lo que genera dudas acerca de su ritmo competitivo para reaparecer de una manera muy puntual.
Si la solución de Marín no le convence a Garitano -un entrenador que ya tuvo al futbolista de Torre Pacheco en el Leganés y tampoco le dio muchas oportunidades-, la otra alternativa pasa por reubicar en el lateral izquierdo a un jugador de banda derecha. Martin Aguirregabiria parece ya completamente asentado en su posición natural y su crecimiento en los últimos encuentros ha sido evidente tras un inicio de curso complicado marcado por su presencia en la Eurocopa sub-21 y una fase de preparación diferente a las de sus compañeros, por lo que su cambio a un costado en el que ya ha jugado algunos partidos no parece la salida más viable. Más opciones, en caso de elegir esta alternativa, podría tener un Ximo Navarro que ha reaparecido con solvencia en el eje de la zaga en los últimos encuentros tras una fase en la que estuvo desaparecido. El futbolista de origen granadino ya ha evidenciado en muchas ocasiones su capacidad para ejercer de comodín defensivo y ocupar cualquier zona en la zaga, por lo que, encontrándose además en un buen momento de forma, podría convertirse en el elegido por Garitano para suplir a Duarte por la izquierda. No en vano, cubrir el espacio que dejaría como central es mucho más sencillo para el preparador de Bergara, toda vez que podría recuperar la pareja formada por Víctor Laguardia y Rodrigo Ely en la que ya depositó su confianza en los primeros partidos.