vitoria - Sin tiempo apenas para reponerse del contundente varapalo recibido el viernes pasado en el estadio de La Cerámica, el Deportivo Alavés se enfrenta esta noche al más difícil todavía. Porque la célebre frase circense se ajusta como anillo al dedo al escenario en el que comparecerá el combinado de Asier Garitano. Tras las esperanzas despertadas por la última comparecencia albiazul en el Paseo de Cervantes -saldada con victoria sobre el Celta-, el rotundo tropiezo ante el Villarreal ha vuelto a poner sobre la mesa las múltiples y peligrosas carencias de este Glorioso, especialmente cuando ejerce de visitante. Por ello, su regreso a casa se observa, de nuevo, con la máxima presión de tener que saldarlo a su favor sí o sí. Un objetivo que si ya es de por sí complicado ante cualquier adversario adquiere tintes épicos cuando en la otra mitad del terreno de juego se sitúa el Atlético de Madrid. Un rival sin duda maldito para un Alavés que no ha conseguido hincarle el diente desde su regreso a la Primera División.
Nada menos que cuatro derrotas consecutivas acumula la escuadra gasteiztarra en sus últimos enfrentamientos. Antes, sendos empates aparecen como único botín albiazul en sus duelos particulares. En esas seis contiendas, el equipo madrileño solamente ha recibido un gol, el espectacular tanto convertido por Manu García en el choque inaugural de la serie. Desde entonces, Oblak se ha convertido en un muro absolutamente impenetrable para los babazorros.
Con estos precedentes, resulta harto sencillo comprender que el desafío al que se enfrenta esta noche El Glorioso presenta unas dimensiones gigantescas. Sin embargo, al plantel de Garitano no le queda otra que olvidar las pesadillas vividas ante los rojiblancos y dejar atrás esta pésima racha si no desea verse abocado a una situación muy delicada.
Porque hasta el momento ha sido el notable rendimiento que ha ofrecido como local lo que ha permitido al Alavés equilibrar el enorme déficit acumulado a domicilio. Por lo tanto, sumar otro tropiezo también delante de su afición llevaría al plantel babazorro a afrontar la visita del fin de semana a Pamplona como una final de imprevisibles consecuencias.
Por todo ello, se antoja complicado que Asier Garitano repita la fórmula que utilizó en la anterior ocasión en la que el equipo tuvo que hacer frente a una semana con tres encuentros de Liga. Entonces, el técnico llevó a cabo una auténtica revolución en el once inicial que formó para medirse a la Real Sociedad entre semana. Reservó a los teóricos titulares para el choque posterior como local en Mendizorroza y dio la alternativa a aquellos que menos minutos habían disputado hasta entonces. Ahora, sin embargo, se antoja un riesgo demasiado grande con la recuperación del Glorioso pendiendo de un fino hilo. Por lo tanto, la formación inicial podría ser muy similar a la que ha empleado Garitano en los dos últimos compromisos del equipo. Por lo que respecta al parte de lesionados, Ely continúa al margen del grupo mientras que en el caso de Tomás Pina se decidirá a última hora de hoy si está en condiciones de entrar en la convocatoria o debe seguir en la grada.
adversario en forma Por lo que respecta al Atlético de Madrid, llega a Vitoria en un buen momento, ya que no ganaba dos partidos consecutivos como ahora, con las victorias contra el Bayer Leverkusen (1-0), el pasado martes en la Liga de Campeones, y contra el Athletic (2-0), el sábado en la Liga, desde las tres primeras citas de la temporada.
Simeone, que no podrá contar con Joao Félix, José María Giménez y Stefan Savic por diferentes lesiones, recuperará el ataque compuesto por Álvaro Morata y Diego Costa para intentar derribar la oposición que le plantee la escuadra del Paseo de Cervantes.