Vitoria - El Deportivo Alavés saldó el siempre temido inicio de la nueva temporada, sobre todo cuando echa a rodar con un proyecto completamente renovado, con un interesante saldo de cinco puntos en su casillero y la imagen de continuar siendo un equipo sólido y competitivo. Con un fútbol serio, comprometido, austero y lejos del efectismo, Asier Garitano consiguió que sus pupilos transmitiesen pragmatismo sobre el césped en los duelos ante Levante, Espanyol y Getafe, que se saldaron con una victoria y dos empates. Y eso con la plantilla todavía cogida con hilvanes, ya que por entonces el mercado no se había cerrado, lo que unido a diversos problemas físicos propició que el técnico de Bergara estuviese muy limitado en sus movimientos. Tras dos semanas de parón, El Glorioso, ya al completo y con muchas sesiones de trabajo sumadas en sus piernas, busca hoy un nuevo paso adelante, con una mejoría en su juego y, sobre todo, con la idea de mantener esa serie de buenos resultados con la que abrió el curso ante un oponente de la máxima exigencia como el Sevilla de Julen Lopetegui.

Garitano es uno de esos entrenadores que llevan su libreto por delante y hace que sus equipos se adapten letra por letra a ese estilo que él marca. Y no le ha costado que su Alavés se convierte en un fiel reflejo de su ideario. Evitar el error propio es el argumento de partida de un equipo que se construye desde la solidez defensiva. Y en ese aspecto se han hecho fuertes los albiazules, con un solo tanto encajado en los tres primeros compromisos, precisamente, tras un grave fallo en la salida de balón que facilitó el contragolpe y pegada del Getafe. Y, a partir de ahí, tratar de buscar el peligro a través del juego por las bandas, las segundas jugadas, las acciones de estrategia y la capacidad realizadora de los delanteros.

En todo caso, el Sevilla se presenta como un examen de exigencia mayor a los precedentes -al menos sobre el papel, ya que la batalla física del Coliseum no tiene parangón con lo que los vitorianos se van a encontrar esta tarde- a los tres vividos con anterioridad. El de Lopetegui es un equipo al que le gusta el balón, la posesión y el ataque, con sobrada calidad en sus filas para generar desequilibrios de tres cuartos hacia adelante. De la capacidad alavesista para desactivar todos los peligros hispalenses -habrá que ver si Garitano vuelve a apostar por el sistema y los jugadores que le han funcionado en el arranque del curso en partidos de mucha brega y muy poco vistosos-, que son muchos y variados, dependerá en gran parte el resultado final en un partido en el que El Glorioso busca dar continuidad a su buen inicio de temporada. Añadir más puntos al casillero vendría a refrendar las buenas sensaciones cosechadas hasta ahora y también daría más tranquilidad.