Vitoria - Cambiar de categoría podría parecer un mero trámite consistente en modificar la denominación de la competición en la que se milita pero, desgraciadamente, se trata de algo infinitamente más complicado. Bien lo sabe el Deportivo Alavés B, que acumula varias temporadas queriendo dar el salto de la Tercera a la Segunda División B sin éxito. Un proceso en el que se encuentra inmerso de lleno de nuevo y que pretende cerrar con éxito de una vez por todas en esta oportunidad.

Para ello, en cualquier caso, todavía deberá dar varios pasos. El primero de ellos en la visita que esta tarde (19.00 horas) rendirá al Escobedo cántabro. Se trata de la segunda eliminatoria de la fase de ascenso a la que se enfrenta el combinado de Iñaki Alonso y afronta el compromiso de vuelta con la tranquilidad del resultado positivo conquistado en la ida.

En la contienda que tuvo lugar el pasado fin de semana en las instalaciones de Ibaia, el Miniglorias fue capaz de reponerse al gol inicial del conjunto foráneo y darle la vuelta al marcador alcanzado la conclusión de los noventa minutos reglamentarios con un esperanzador 3-1 a su favor. Es precisamente esa ventaja el mejor aval para los discípulos de Iñaki Alonso, que tratarán de hacerla valer esta tarde en tierras cántabras.

No será, en cualquier caso, una tarea sencilla puesto que su adversario no ha perdido ni un solo encuentro en su feudo a lo largo de toda la temporada y a buen seguro pondrá toda la carne en el asador para intentar conseguir la remontada. Además, el Alavés B continuará sufriendo bajas importantes debido a las sanciones que arrastran varios de sus jugadores desde la primera eliminatoria de la fase de ascenso.

La mayor experiencia albiazul, no obstante, debería permitir al combinado vitoriano superar la presión que sin duda sufrirá y plantarse en la gran final para buscar un hueco el próximo ejercicio en la categoría de bronce del fútbol español. Un premio que se está resistiendo demasiado.