Vitoria - El Deportivo Alavés se encuentra metido de lleno en la vorágine del mercado en busca de nuevas piezas para poner en marcha el proyecto de Asier Garitano y una de las demarcaciones que pretende reforzar es el lateral izquierdo. A pesar de que cuenta con dos jugadores con contrato en vigor en esa posición (Rubén Duarte y Adrián Marín) y que ya se ha realizado un movimiento en esa zona (la contratación de Saúl García, que queda libre el próximo 30 de junio), el club vitoriano se encuentra en el mercado para encontrar una alternativa que le genere competencia real al futbolista almeriense, que ha sido quien ha llevado de manera indiscutible el peso en dicho puesto en toda la etapa de Abelardo Fernández al frente del banquillo. La confianza en el jugador formado en la cantera del Espanyol y recientemente renovado hasta 2023 es enorme, pero se está buscando en el mercado otro lateral izquierdo de nivel que le genere una competencia que no ha existido estas dos últimas temporadas.
El domingo, el diario As desvelaba que el Alavés se ha puesto en contacto con el Real Madrid para tratar de hacerse con los servicios de Sergio Reguilón. Aunque el propio medio señalaba las dificultades para que se concrete esta operación por el deseo de Florentino Pérez de hacer caja con los traspasos y evitar en la medida de lo posible las cesiones, la intención del Glorioso de hacerse con los servicios de un nombre destacado en el lateral izquierdo es evidente. El canterano madridista ha sido una de las mejores noticias de su club esta temporada, pero no entra en los planes inmediatos de Zinedine Zidane -Santiago Solario le dio la alternativa, pero el preparador galo le relegó al banquillo para apostar por la recuperación de Marcelo y en esa línea pretende seguir de cara a la siguiente campaña- y en la pelea por hacerse con sus servicios se ha metido, una vez más, Sergio Fernández. Una tentativa que habla bien a las claras de que se busca un nombre importante que pueda convertirse en una alternativa a Duarte y que no solo se trata de rellenar una ficha.
Esta búsqueda evidencia también que la confianza en las piezas que en dicha demarcación tienen contrato en vigor es muy reducida más allá de la figura del almeriense. A pesar de tener todavía dos años más de contrato por delante, la continuidad de Adrián Marín en Vitoria parece ciertamente complicada. El murciano apenas ha tenido oportunidades en su primer curso en el club (siete partidos y 370 minutos) y volverá a encontrarse en julio con un Asier Garitano que tampoco le dio demasiados minutos cuando coincidieron en el Leganés, ya que apenas jugó catorce partidos en la temporada 2016-17. El murciano apenas ha tenido continuidad en los últimos cursos y necesita jugar para dar un paso adelante en su carrera, por lo que podría salir como cedido o finiquitar su relación con el Alavés, siempre y cuando el club concrete antes una incorporación que le garantice cubrir el puesto. De momento, está citado para el comienzo de la pretemporada, pero se antoja casi imposible que acabe formando parte del nuevo proyecto.
En este sentido, esa ficha no la va a ocupar, salvo sorpresa mayúscula, Saúl García. Con el joven futbolista cántabro hay un acuerdo rubricado desde hace meses que se podrá hacer oficial en cuanto su actual equipo, el Deportivo de La Coruña, concluya su temporada, al finiquitarse su vínculo con los gallegos el próximo 30 de junio. El jugador de Vioño de Piélagos ha firmado un contrato en Vitoria por tres temporadas -con una cuarta opcional dependiente de objetivos-, pero el pacto suscrito recoge que podría salir cedido en el curso 2019-20. E, incluso, el interés de otros clubes en su figura podría deparar que ni siquiera acabe pasando por Vitoria, ya que se podría proceder a hacer caja de manera inmediata a través de un traspaso que deje un ingreso en las arcas por un futbolista fichado a coste cero.
La búsqueda de Sergio Fernández en una demarcación ciertamente complicada ha comenzado y la idea de la dirección deportiva es dotar a Asier Garitano de dos piezas útiles que compitan entre sí en los entrenamientos para ganarse la confianza del entrenador.