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1-0, minuto 12: Stuani. Porro desborda por la derecha, centra y el delantero uruguayo controla con la derecha de espaldas ante Laguardia y se saca una chilena con la izquierda que supera por arriba a Pacheco.

1-1, minuto 50: Bastón. Centro desde la derecha de Navarro, Calleri remata al aire y el balón bombeado lo engancha el madrileño con una volea con la zurda a la escuadra.

Amonestó a Calleri (minuto 21), Douglas Luiz (minuto 41), Laguardia (minuto 53), Stuani (minuto 61), Pons (minuto 80) y Porro (minuto 93).

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El Deportivo Alavés alcanzó ayer el ecuador de la competición en plena fase de cambio por la pérdida de Ibai Gómez y Jony, sus dos grandes argumentos ofensivos, y lo hizo realizando un ejercicio de supervivencia sin brillo excesivo. Ni fue contundente como de costumbre El Glorioso a nivel defensivo en una tarde en la que le tocó sufrir de lo lindo con el sistema del Girona ni fue capaz de alcanzar con peligro el área catalana. Y, pese a ello, en las muchas aproximaciones con peligro del equipo de Eusebio solo acabó encajando un gol de maravillosa ejecución por parte de Stuani y de sus escasas llegadas a los dominios de Bono terminó fabricándose Bastón una diana de delantero cazador para poner las tablas en el marcador y sumar en el casillero un punto de enorme valor para cerrar con 32 el primer giro al calendario. En la situación de igualdad que preside la Primera División, todo lo que se sume vale su peso en oro dentro del objetivo prioritario de los albiazules de asegurar cuanto antes la permanencia en la máxima categoría.

Con el esperado regreso de Duarte al lateral izquierdo en sustitución de un Martin que se quedó en el banquillo al ocupar de nuevo Navarro el otro costado en la defensa, le tocaba a Abelardo remodelar sus bandas ofensivas ante las ausencias, una temporal y la otra ya definitiva, de dos piezas fundamentales hasta ahora como Jony e Ibai y el asturiano recurrió a un simple cambio de nombres, con Sobrino por la diestra y Burgui en la siniestra. Jugadores de un estilo diferente a los sustituidos, ya que el de Daimiel no acaba de encontrarse cómodo echado a un lado y el extremeño es un jugador que gusta de buscar posiciones más centradas para generar.

Las dos grandes novedades en el once pudieron comprobar desde bien pronto que no iban a tener un partido sencillo. El estilo del Girona, con gran preponderancia para sus carrileros de largo recorrido, exige un despliegue físico descomunal para no ser atropellado. Un servicio de Granell desde la izquierda propició el primer cabezazo de Stuani y casi acto seguido apareció el endiablado Portu, todo un dolor de cabeza con su movilidad.

Tras esa zozobra inicial, el cuadro albiazul se hizo con una posesión tan estéril como perjudicial para sus intereses. El habitual cazador pasó a interpretar el papel de posible presa. El Girona buscaba la recuperación y la salida con espacios y la defensa vitoriana sufría con cada acometida local. Así, a los 12 minutos abrió Stuani el marcador con una sensacional resolución de chilena.

De nuevo, el Alavés se atragantaba con el 3-5-2, un dibujo que le cuesta mucho contrarrestar y que ya en la primera parte del último partido contra el Valencia le creó serios quebraderos de cabeza. Con la movilidad de los dos carrileros, el Girona conseguía superioridad numérica en todas las líneas, arrojando una sensación de que había sobre el césped muchísimos más jugadores vestidos con camisetas rojiblancas que con albiazules.

Letal Bastón Con el paso de los minutos consiguió el cuadro vitoriano encontrar alguna vía de agua e incluso disfrutó de una buena oportunidad en botas de Bastón que entre Bono y Alcalá, bajo palos, desbarataron. Justo segundos antes de que Pacheco salvase los muebles ante el incisivo Porro, que fue un dolor de cabeza constante para Duarte. Con la esperanza de que la mejoría del tramo final se trasladase al segundo acto, el duelo se fue al descanso.

Decidió no tocar nada Abelardo en el entretiempo y en apenas cinco minutos tras la reanudación trenzó el Alavés su mejor jugada, aunque resuelta de aquella manera. Rompió Navarro hasta la línea de fondo para servir desde allí a un Calleri que remató al aire, pero el balón hizo un globo que recogió Bastón, un matador del área, con una volea de zurda directa a la escuadra para igualar el electrónico de Montilivi.

El gol hizo que el cuadro albiazul se asentase sobre el verde y creciese en el partido. Con una mayor seguridad en su juego, sólido por fin en defensa, comenzó a combinar con criterio para conseguir inclinar la balanza del juego de su lado. Fueron unos compases de dominio sin peligro real y que dieron paso a un esprint final en el que, de nuevo, fue el Girona el que apretó el acelerador. Con muchos apuros y bastante sufrimiento, El Glorioso fue capaz de aguantar ese punto tan valioso que le permite cerrar la primera vuelta con 32 en su casillero.

En una tarde en la que el Alavés no anduvo sobrado de argumentos ofensivos, el madrileño se sacó prácticamente de la nada un par de ocasiones y marcó en una de ellas. Un goleador.

Mucho sufrimiento. El Alavés sufrió de nuevo ante un equipo con un sistema de juego 3-5-2, en el que los carrileros, sobre todo Porro, generaron una superioridad por bandas que fue causa de enormes problemas. El cuadro albiazul lo pasó mal en defensa y tampoco en ataque acabó de dar con la tecla casi en ningún momento, pero se encontró con un gol en su mejor jugada para sacar el empate.

Para el almeriense el sufrimiento se alargó de principio a fin del partido. Portu y Porro le hicieron pasarlo muy mal, por su costado llegó casi todo el peligro y se llevó unos cuantos golpes.

El peligro del 3-5-2. El Alavés volvió a evidenciar ayer, como en la primera parte del último partido contra el Valencia, que los rivales que juegan con un sistema 3-5-2 con dos carrileros largos le generan enormes problemas defensivos y sensación de inferioridad en todas las líneas. Por fortuna, de esa ventaja táctica el Girona solo fue capaz de conseguir el golazo de Stuani a pesar de disfrutar de muchas ocasiones claras.

Bastón, un goleador. Aunque le ha costado arrancar por culpa de una lesión, Bastón volvió a evidenciar en Montilivi que es un delantero capaz de sacarse un gol de la nada con su fenomenal habilidad para resolver en el área con sus remates.