Vitoria - La fe y la confianza mueven montañas y si no que se lo pregunten a este Alavés, que en lo que va de temporada en Mendizorroza -un total de nueve partidos- ha sido capaz de remontar en cuatro ocasiones un resultado adverso para terminar por imponerse al final del tiempo reglamentario. Una muestra fehaciente del empuje y el carácter combativo de un equipo con el cuarto presupuesto más bajo de la categoría que no solo no se amilana ante nadie sino que osa plantarle cara con todo el descaro del mundo. El primer ejercicio de fe como local esta temporada se produjo en la jornada tercera ante el Espanyol. Al gol de Leo Baptistao en el 42’ le llegó la respuesta albiazul a través de Bastón (57’) y Sobrino (59’) para dejar los tres puntos en Mendi. El segundo milagro se produjo ante el Villarreal (J 10ª): Moreno adelantó a los castellonenses en el 10’, pero Calleri (51’) y Bastón (94’) le dieron la vuelta al marcador. Moi Gómez, del Huesca, batió a Pacheco en la jornada 12ª en el minuto 35, pero de nuevo el equipo se rehizo. Jony empató en el 41’ y Sobrino (68’) dio la puntilla al conjunto oscense. La última remontada de ayer ante el Valencia volvió a dar una idea del tremendo carácter competitivo de este Deportivo Alavés. - A. Goñi
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