Tal y como DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA adelantó en sus ediciones de los pasados días 4 y 10 de diciembre, el Deportivo Alavés tenía ya enfiladas las renovaciones de larga duración tanto de Víctor Laguardia como de Fernando Pacheco. Unas operaciones gestadas desde el arranque del presente curso ya las que solo les faltaba el anuncio oficial por parte del club. Fue el particular regalo de Olentzero con el que la entidad del Paseo de Cervantes quiso ayer alegrar las fechas festivas a sus accionistas, abonados y aficionados. Mediante la emisión de un vídeo previo a la junta general ordinaria de cada año que en la tarde de ayer se celebró en el Palacio de Villa Suso, fueron los propios protagonistas de la noticia quienes dieron la buena nueva. El central de Zaragoza seguirá ligado al Glorioso hasta la campaña 2021-22, mientras que el guardameta de Puebla de Obando amplía su vinculación hasta el fin del curso 2022-23. Con este movimiento, en los despachos de Mendizorroza se asegura la continuidad de dos piezas básicas en el crecimiento y los éxitos de las últimas temporadas, ya que los dos han sido protagonistas indispensables en el ascenso a Primera División, la disputa de la final de la Copa del Rey, las dos permanencias ya conseguidas camino de una tercera consecutiva o el actual sueño del alavesismo de volver a disputar una competición europea por tercera vez en la historia del club.
Los contratos de ambos futbolistas, que comparten agencia de representación, finalizaban a la conclusión de la próxima temporada, pero como ya ocurrió en su anterior renovación el club ha optado por adelantar sus plazos de trabajo habituales para asegurarse cuanto antes la continuidad de dos piezas básicas en sus esquemas. En febrero de 2017, Pacheco y Laguardia ya renovaron al mismo tiempo hasta 2020 cuando sus vínculos concluían en 2018. Ahora que finalizaban al final del próximo curso, también han ido de la mano a la hora de dar continuidad a su presencia en el vestuario de Mendizorroza, el portero hasta 2023 y el defensa hasta 2022. De cumplir sus contratos enteros, ambos futbolistas completarían ocho temporadas como albiazules, situándose a la altura de Sebitas, Larrañaga, Ibon Begoña, Téllez, Pablo Gómez y, dentro de un año, Manu García.
Desde los despachos del Paseo de Cervantes se ha optado por realizar una importante apuesta por estos dos jugadores, tal y como ya acometió hace menos de dos años. Entonces se contemplaba la opción de hacer negocio con sus traspasos -se les impusieron cláusulas de rescisión que rondan los cuarenta millones de euros-, una cuestión que en los últimos mercados no se ha acabado produciendo. La grave lesión de rodilla que sufrió el central en abril de 2017 convirtió en cantos de sirena el interés que en su figura habían depositado varios clubes ingleses. Por su parte, las ofertas llegadas por el guardameta no han llegado a satisfacer nunca los deseos económicos que se exigían desde Mendizorroza. El club no ha conseguido ingresos extraordinarios por ellos, pero a cambio ha conseguido mantener en plantilla a dos futbolistas de un calibre impresionante a los que resultaría tremendamente difícil sustituir.
En el caso de Laguardia, esta nueva ampliación de contrato hace bastante improbable una opción de traspaso, ya que es bastante improbable que algún club realice una apuesta importante por un futbolista que el año que viene alcanzará la treintena y que acumula ya dos graves lesiones de rodilla. En el de Pacheco, la renovación supone un nuevo blindaje para un Alavés que se asegura su continuidad bajo palos durante cuatro temporadas más o una posición de enorme ventaja si alguien se interesa en su contratación al mantener una cláusula de rescisión muy elevada.