Con la tranquilidad que aporta saber que la continuidad en Primera División se encuentra ya bastante cercana, el Deportivo Alavés se encuentra dando los primeros pasos para tratar de conseguir la continuidad en su proyecto. Con las ya enfiladas renovaciones de Fernando Pacheco y Víctor Laguardia y con el intento de ampliar el contrato de Ibai Gómez sobre la mesa de negociaciones en las próximas semanas, desde los despachos de Mendizorroza se ha puesto en marcha la operación para conseguir quedarse en propiedad con Jony Rodríguez. Los derechos del extremo izquierdo asturiano pertenecen al Málaga hasta el final de la campaña 2019-20 y en una primera toma de contacto entre los clubes el Deportivo Alavés se ha encontrado con el beneplácito de los costasoleños a facilitar un traspaso. La dificultad que entraña la operación se sitúa en el deseo del futbolista de buscar un salto de calidad en su carrera, cuestión que resulta factible tras su explosión en Vitoria, que no ha pasado desapercibida entre entidades de la propia Primera División que son eternas aspirantes a la pelea por las competiciones europeas.
La idea de la dirección deportiva albiazul con Jony viene a seguir con la tendencia seguida anteriormente con otros cedidos que funcionaron a la perfección durante su estancia en la capital alavesa y por los que se apostó fuerte el siguiente verano. Rubén Sobrino, Rodrigo Ely, John Guidetti y Tomás Pina representan esa vía por la que se ha apostado claramente en anteriores mercados. Y la lista podría haber sido más extensa teniendo en cuenta que operaciones similares se intentaron también con Marcos Llorente y Munir El Haddadi. Si algo le ha funcionado, el Alavés no duda a la hora de apostar con fuerza. El inconveniente en este préstamo es que no existe una opción de compra en el acuerdo suscrito, por lo que obliga a la negociación y supone el riesgo de la entrada de un tercero en la puja.
En esa tesitura se encuentra el club vitoriano con Jony. El extremo izquierdo ha sido el más brillante del equipo en los primeros meses del curso y ha conseguido brillar en la máxima categoría tras su mala experiencia en el Málaga que acabó el pasado mes de enero con el regreso a Segunda División con el Sporting. Renació en El Molinón y, al no ascender con los gijoneses, apostó por volver a coincidir con Abelardo. El Pitu es una figura fundamental en la carrera del jugador de Cangas de Narcea, ya que fue su entrenador a su llegada a Mareo y pieza fundamental en aquel equipo que enlazó ascenso y permanencia antes de hacer las maletas, libre de contrato, hacia La Rosaleda.
Firmó entonces un vínculo por cuatro campañas por un equipo que por entonces era aspirante a Europa, pero que desde su llegada comenzó a hundirse hasta caer al pozo. En su primer curso, fue pieza importantes desde el banquillo, pero en el segundo desapareció por completo. En enero decidió regresar al calor de El Molinón y se convirtió en el futbolista más destacado de Segunda. El fracaso del Sporting en el play off de ascenso y la obligación del Málaga de cederlo a un club de Primera le condujeron a Vitoria.
Abelardo, fundamental La presencia de Abelardo en el banquillo de Mendizorroza fue clave en una decisión que se ha demostrado acertada para las dos partes. Perdido Alfonso Pedraza, el Alavés ha encontrado en Jony un cuchillo en la banda izquierda y su arma ofensiva más dañina. Los dos goles y las cinco asistencias del asturiano le han hecho brillar en los primeros meses del curso. Por eso, los mandatarios albiazules pretenden hacerse con él en propiedad de cara a la próxima temporada. El problema es que la competencia va a ser muy alta en este sentido. Desde Málaga se frotan las manos con el brillo de Jony. En Segunda no pueden retener al futbolista. Y tampoco entra en los planes de futuro del club de Martiricos en el caso de entrar a Primera. Durante su estancia en la capital costasoleña no dejó buenas sensaciones y su traspaso se contempla como una gran opción de hacer caja por un jugador que queda libre en junio de 2020.
Las puertas de salida de La Rosaleda están abiertas y, según los sondeos realizados desde Vitoria, tampoco se trataría de una operación prohibitiva desde el punto de vista económico, precisamente por el hecho de tratarse de un jugador en su último año de contrato. Un caramelo a la puerta de un colegio que no solo ha llamado la atención del Glorioso en las últimas semanas.
Betis y Villarreal, dos clubes que se encuentran en un escalón superior al del Alavés, siguen de cerca al asturiano. De momento, la postura del jugador, consciente de que puede negociar con cierto margen su futuro, es esperar. La competencia es dura para la entidad de Mendizorroza, pero se cuenta con un factor muy relevante como es la presencia de Abelardo en su banquillo. El Pitu tiene una confianza absoluta en Jony y el propio futbolista sabe que eso es una ventaja que no va a encontrar en otros destinos, donde, en cambio, le pueden ofrecer más dinero y competir por aspiraciones más elevadas que la permanencia. Una operación muy complicada para el club vitoriano, pero que ya se encuentra en marcha para tratar de ganar la partida por la mano.