vitoria - Rumiada la amarga derrota del pasado sábado en el Wanda Metropolitano, el Alavés regresa esta tarde al trabajo en Ibaia en una semana marcada por la visita a Mendizorroza el próximo lunes de un Athletic en horas angustiosas ante el cual la escuadra albiazul pretende hacer propósito de enmienda con un doble objetivo: recuperar la senda de la victoria tras la excesiva derrota sufrida ante el Atlético de Madrid (3-0) y marcharse de vacaciones con los deberes hechos en el segundo derbi de la temporada, es decir, resolviendo el enfrentamiento ante el vecino del norte con una victoria que deje un buen sabor de boca a sus parroquianos después de un año extraordinario y haciendo bueno el dicho de que, hoy por hoy, Mendizorroza continúa siendo un fortín inexpugnable donde solamente se han escapado hasta la fecha tres puntos de 21 en juego. Los firmaron Betis, Getafe y Sevilla con sendos empates sobre el césped albiazul. El resto, cuatro victorias de diferente calado y calibre ante Espanyol, Real Madrid, Villarreal y Huesca.
Bajo estas coordenadas, Abelardo tratará desde hoy en recuperar la autoestima de sus jugadores, por más que el pasado sábado les sorprendiera con un palo en rueda de prensa tras caer ante el cuadro colchonero. Una crítica con extraña e inusitada carga de profundidad habida cuenta de que los jugadores no compartieron el mismo discurso que su entrenador a la conclusión del partido. En cualquier caso, es seguro conociendo los antecedentes de Abelardo que la razón por la que catalogó la actuación de sus jugadores como una de las peores de la temporada tenía un porqué. ¿Quizá un toque de atención?, ¿una llamada al orden y el orgullo?, ¿un mensaje de cara incluso a la afición?
De todo ello dará cuenta esta tarde en la vuelta al trabajo en las instalaciones de Ibaia, donde la hoja de ruta marcada hasta el próximo lunes ya está fijada. De un lado, mantener el mismo espíritu competitivo que el Alavés siempre ha demostrado en lo que va de temporada cuando ha encajado una derrota. En las 14 jornadas que se llevan disputadas, el plantel albiazul ha sufrido cinco derrotas -incluida la del sábado ante el Atlético-, sin embargo en la jornada posterior a todas ellas, disputadas siempre en Mendizorroza, ha sabido rehacerse con dos triunfos y otros tantos empates. Así, logró los tres puntos ante Real Madrid (1-0) tras caer la jornada anterior en Levante, y frente al Huesca (2-1) después de perder el fin de semana anterior en Ipurua; mientras que los empates los cosechó en la jornada 2ª ante el Betis (0-0) y en la jornada 14ª contra el Sevilla (1-1) una vez encajado en las semanas previas sendas derrotas ante el Barça en el debut liguero y el Leganés de Mauricio Pellegrino.
En este escenario, está visto que la capacidad de recuperación de este equipo es notable cuando ésta pasa por redimirse en Mendizorroza y por ahí querrá seguir engordando la estadística el plantel de Abelardo el próximo lunes ante el Athletic, afortunadamente en su propio estadio. Para ello, no obstante, deberá enderezar el Glorioso el rumbo de su caudal ofensivo, capado prácticamente en sus últimos compromisos de Copa ante el Girona y Liga ante el Atlético, al que bombardeó el sábado con inusitada frecuencia sin que hubiera recompensa ninguna. Así pues, tiene Abelardo seis días por delante para afinar la puntería no ya solo en sus artilleros de referencia (Calleri, Bastón y Sobrino) sino también en toda esa segunda línea ofensiva que suelen conformar jugadores como Jony, Ibai, Manu o incluso Tomás Pina si no quiere verse abocado a un nuevo palo como el que le apeó de la competición del KO la semana pasada en Montilivi o tras la última derrota liguera en el Wanda, donde el equipo desaprovechó multitud de ocasiones para haber protagonizado una de las sorpresas de la jornada. Borrón y cuenta nueva, por tanto, para encarar con garantías el último encuentro del año ante un león herido de gravedad que buscará en Vitoria el milagro que enmiende su delicada situación.