Vitoria - El próximo domingo el estadio José Zorrilla acogerá un duelo aparentemente diseñado para que se lo lleve el que más rápido desenfunde. Porque si algo ha resultado evidente hasta el momento es que en tierras pucelanas funcionan a la perfección los candados de máxima seguridad. Así lo confirman las estadísticas que presenta la escuadra de Sergio González en las tres jornadas de Liga que se han disputado hasta el momento.
En su regreso a la Primera División, logrado de manera bastante inesperada el pasado ejercicio, el combinado castellano está protagonizando un arranque bastante mejor del que muchos le auguraban. Para conseguirlo se ha apoyado fundamentalmente sobre una gran virtud, la efectividad. Y es que muy pocos apostarían por que el casillero blanquivioleta luciese los dos puntos de que ahora disfruta teniendo en cuenta que no ha sido capaz todavía de inaugurar su cuenta realizadora.
Sin embargo, este novato Valladolid ha conseguido compensar esta falta de pólvora con una excepcional seguridad defensiva. De esta manera, únicamente ha tenido que recoger el balón una vez del interior de su portería. Algo que adquiere todavía más valor teniendo en cuenta los adversarios a los que se ha enfrentado el combinado de Sergio González. Hasta el momento, ha disputado dos encuentros como visitante ante el Girona y el Getafe y un único choque en su feudo, contra el habitualmente imparable Barcelona.
Pues bien, el balance de este complicado inicio de Liga no es otro que sendos empates sin goles lejos de casa y una derrota por la mínima en la segunda jornada. Un resultado -el tropiezo ante el vigente campeón de Liga- que prácticamente todos los conjuntos dan por amortizado antes del inicio de la temporada y que se produjo tras un enorme sufrimiento para el cuadro de Ernesto Valverde.
Es cierto que esa contienda estuvo mediatizada por el lamentable estado del césped del José Zorrilla, que impedía la más mínima combinación e incluso llegó a poner en riesgo la integridad de los futbolistas, pero no lo es menos que el conjunto local se defendió con la máxima eficacia e incluso llegó a poner en apuros en varias ocasiones a la defensa azulgrana.
En Girona y Getafe, por su parte, el Valladolid demostró que es un grupo perfectamente armado para competir ante adversarios de su liga y que no ofrecen la más mínima concesión en sus comparecencias. Lejos de pagar caros los errores que habitualmente suelen acompañar a los recién llegados a la categoría, el Valladolid mostró una imagen muy seria a lo largo de los noventa minutos y supo sacar el máximo rendimiento posible a sus virtudes a pesar de las evidentes limitaciones que sufre.
Así pues, el Deportivo Alavés debe ser consciente de que, si desea emprender el viaje de regreso a casa con los tres puntos en el equipaje, tendrá que, como mínimo, mostrar idéntico nivel de efectividad que un oponente que es muy poco probable que le entregue regalo alguno. Eso sí si es capaz de abrir el fuego, tendrá mucho ganado.
Solo una derrota. El próximo rival del Deportivo Alavés, recién ascendido a la máxima categoría, únicamente ha perdido un partido en las tres jornadas que se han disputado. Fue ante el Barcelona y por la mínima en un duelo que estuvo mediatizado por el lamentable estado del césped.
Empates de peso. Los dos puntos que en estos momentos aparecen en el casillero blanquivioleta han llegado como consecuencia de las dos valiosas igualadas a domicilio conquistadas en los siempre difíciles terrenos de juego del Girona y del Getafe. En ambos casos los encuentros concluyeron con el marcador inicial.
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Gol ha recibido hasta el momento el Valladolid en Liga. Por contra, aún no ha marcado ninguno.