vitoria - La afición babazorra recibía con pitos a los jugadores verdiblancos desde el momento en que el speaker les nombraba por megafonía. Antes del comienzo del partido, ya estaba empezando su partido intentando desconcertar al equipo de Setién. A cinco minutos de empezar, Mendizorroza ya parecía una olla a presión. El público estaba encima y parecía que el Glorioso salía con ventaja al partido.

Antes del pitido inicial, se realizó un minuto de silencio respetado por todos. En ese momento, la afición del Alavés extendió una pancarta en la que se podía leer “Salvi beti zurekin! Zure Alavés zaletasuna gure eredu!”. Seguido a esto, los jugadores fueron a sus posiciones y Pacheco recibió aplausos de la grada a los que este respondió.

Las primeras acciones del partido trajeron dos paradas de Pachecho a lo que la afición respondió con aplausos. Se respiraba un buen ambiente de fútbol. Los aplausos para el portero de Badajoz fueron continuos durante todo el partido. No es que fuera un acecho continuo pero las intervenciones que realizó recibieron la gratitud en forma de aplausos en los minutos 3 ó 77.

El partido empezaba a entrar en calor. En el minuto 5 simulaban los aplausos que vimos en la Eurocopa de Francia -aplaudiendo al unísono todos juntos, la verdad que impresiona-. Comenzaron los gritos de “Alavés, Alavés” que se repitieron en momentos determinados del encuentro. En el minuto 11 la consulta del VAR, -la primera vez en la historia en Mendizorroza- generaba cabreo en todo el estadio. La afición intentó mediante los pitos presionar al arbitro ya que se veían que este igual podía pitar un penalti favorable al Betis. Finalmente, la sangre no fue al río y la afición respiró.

Además de los cánticos, la afición albiazul agitaba las bufandas y ondeaba la banderas. En el 19 de la primera parte de la afición saltaba abrazada gritando “ooaaaoooaa”. De nuevo, impresionaba el ambiente. A punto de cumplirse el minuto 35, la afición alavesista comenzaba a cantar “ikusi mendizaleak” uniéndolo con aplausos para seguido gritar “Euskal Herria”. Se respiraba un buen ambiente generando en los minutos finales de nuevo presión en el campo. La afición continuaba jugando su particular partido.

El primer tiempo terminaba con gritos de “jo ta ke, irabazi arte”. Se repitieron durante un minuto, seguido del conocido “el Glorioso nunca se rinde” unido a aplausos que se alargaron hasta casi la entrada a vestuarios de los jugadores.

El segundo tiempo comenzaba tranquilo, algo apagado. A la afición alavesista le costó un poco entrar en calor, pero lo hizo pronto. En el minuto 50 comenzaban las primeras internadas de Jony recibiendo los aplausos de la grada al igual que las realizadas en 58, 59, 70, 71 u 82. Agradecían así el esfuerzo que el asturiano estaba realizando y así se lo reconocieron con una tremenda ovación en el 85 cuando era sustituido. En esta línea y siguiendo con los cambios John Guidetti en el 63 o de Twumasi en el 85 recibieron una acalorada bienvenida en el estreno liguero que ambos hacían esta temporada.

A partir del minuto 60, el partido se fue calentando y el Alavés parecía que llegaba más. La afición respondía a esto llegando a parecer Mendizorroza la “bombonera” de Argentina. En el 65 un tremendo tiro cruzado de Wakaso hizo levantar a la grada. Ahí los aficionados empezaron a creerse que era posible sacar una victoria del encuentro.

Llegó el minuto 79 y con esto el canto de “altsasukoak aske” en las gradas. Duraron alrededor de un minuto a lo que siguieron de nuevo aplausos y cánticos de “Alavés, Alavés”. Llegó el descuento y la afición no paró de animar. Se sucedieron los aplausos a Wakaso o Twumasi por sus dos acciones en ataque. La afición se empezaba a calentar por que lo ve cerca. Al ver que Pau López que comienza a perder tiempo, se sucedieron los pitos sobre el jugador catalán, los cuales se repitieron en varios momentos del partido.

Cuando el partido estaba a punto de acabar, Mendizorroza parecía una olla a presión. El Alavés continuaba atacando y Pachecho atajando. Los aplausos y cánticos no cesaron hasta el último momento. Esto hizo que pocos aficionados abandonaran las gradas a la espera de que pudiera pasar algo.

Finalmente el partido terminó 0 a 0 y los 18.221 aficionados que fueron al estadio se marcharon con la sensación de haber dado todo en las gradas pero con la pena de no poder haber ganado el partido.

AFICIÓN DEL BETIS El equipo sevillano trajo pocos jugadores a Mendizorroza y no es que hicieran mucho ruido. De vez en cuando, como al comienzo del partido, agitaron las banderas. En el minuto 25 intentaron animarse con el himno verdiblanco pero enseguida la afición alavesista les calló con aplausos y cánticos. En el minuto 38 de partido realizaron unos tímidos aplausos que nuevamente fueron tapados por la afición babazorra. Llegó el segundo tiempo y la afición sevillana continuo apagada. Así estuvieron hasta el final.