El exjugador babazorro, Zou Feddal, vuelve pasado mañana a Mendizorroza, donde se reencontrará con su antigua afición. El central llegó al Deportivo Alavés en la temporada 2016-17 procedente del Levante. Firmó por tres campañas, de las cuales finalmente solo cumplió una. Y es que en el verano de 2017, tras la final de Copa del Rey en el Vicente Calderón ante el Barcelona de Ernesto Valverde, fue vendido por 2,5 millones de euros al Real Betis de Quique Setien, cambiando así de colores en Liga por tercera vez -no se cuenta su etapa en el Espanyol en la temporada 2011-12, pues no llegó a disputar un solo minuto-.

No ha sido un año fácil para el internacional marroquí, ya que en febrero de este año se lesionó de gravedad en el talón de Aquiles. Debido a esto, en su primera temporada como verdiblanco solo pudo disputar 15 encuentros completos. El mes que cayó lesionado comenzó la lucha silenciosa para el central, esa que muchos deportistas realizan cuando caen en el dique seco. Ahí es cuando entra en juego el apoyo del entorno y el sacrificio que el propio jugador está dispuesto a realizar en su recuperación. El objetivo de Feddal era claro, poder disputar el inicio de la Liga 2018-19 en las mismas condiciones que sus compañeros. Lo ha conseguido y el destino ha querido que sus primeros dos encuentros ligueros sean contra sus dos exquipos de la Liga. Primero el Levante con el que cayeron derrotados 0-3 en el Benito Villamarín y segundo este fin de semana contra el Alavés.

El internacional marroquí dejó un gran recuerdo en Gasteiz. Su primer equipo en la Liga fue el Levante. A la escuadra granota llegó procedente del Parma italiano de la Serie A. Duró un año, ya que, al finalizar la campaña 2015-2016, firmó con el Deportivo Alavés, donde solamente estuvo una temporada en la 2016-17, de las tres que firmó. En Mendizorroza se le recuerda como un jugador importante en defensa que destacaba por su contundencia en la zaga y una buena salida del balón. Por ejemplo, Feddal fue de la partida en la final copera que enfrentó al Alavés contra el Barcelona de Valverde. Por desgracia no consiguió la victoria cayendo derrotado por 3-1. Aún así, fue un buen final para un gran año liderado por Mauricio Pellegrino, actualmente entrenador del Leganés. El central disputó 33 partidos oficiales con el Glorioso y anotó dos goles.

LESIÓN La semana pasada disputó su primer encuentro oficial tras la lesión que sufrió en el Benito Villamarín en el mes de febrero. Se enfrentaban al Villareal en un partido que terminaron ganando 2 a 1 con dos goles de Loren. El choque seguía su curso habitual hasta que en el minuto 52 Feddal, tras un lancé del juego, tuvo que abandonar el verde en camilla con evidentes signos de dolor. En un primer momento no se sabía lo que podía tener el central, pero tras unos análisis médicos se conoció que se había roto el tendón de Aquiles.

La noticia cayó como un jarro de agua fría para el defensa. Era año mundialista y dicha lesión le impediría poder ir a Rusia a disputar el Mundial con su selección, Marruecos. Algo que le hacía muchísima ilusión al exalbiazul. Los médicos quisieron resaltar que este varapalo era algo que antes o después le podría suceder al futbolista. Porque, ya estando en el Alavés, sufrió problemas en la zona afectada e incluso en el club sevillano se perdió mes y medio de competición por dolores en el tendón de Aquiles.