VITORIA - Las obras de reforma, mejora y ampliación que desarrolla el Alavés en las instalaciones de Ibaia a lo largo de este verano “no tienen licencia municipal y por eso se han paralizado”. Así de tajante y rotundo se expresó ayer el alcalde, Gorka Urtaran, cuando fue cuestionado por ello durante su habitual rueda de prensa de los viernes. Tampoco ofreció muchos más detallas el regidor jeltzale, que reconoció “desconocer” a fondo todos los detalles de este expediente y el proyecto que desarrolla la entidad albiazul.
En cualquier caso, después de destaparse la falta de autorización municipal, en la jornada del jueves, en la tarde de ayer todavía se pudieron observar dentro del recinto a varios operarios desempeñando algún tipo de función. A la espera de poder concretar la concesión del permiso de trabajo para ese cometido, también la tarde de ayer se negó el acceso al interior de las instalaciones a los padres de los jugadores de un equipo de las categorías inferiores, que disputó un partido amistoso de pretemporada. Ante la imposibilidad de poder situarse en cualquiera de los laterales del césped, no tuvieron otro remedio los padres que apostarse en la carretera que rodea las instalaciones para poder atisbar algo de lo que sucedía sobre el terreno de juego. Más de 24 horas después de la obligación de suspender las obras, el Alavés no ha ofrecido aún una versión sobre este hecho que ha alterado el ritmo de trabajo y pone en peligro el comienzo de la competición para el filiar de Tercera División.
HOJA DE RUTA DE BETOÑO Aludió también Urtaran a la decisión del Alavés de renunciar a adquirir los terrenos de Betoño. “Respetamos la decisión de esa entidad, pero vamos a seguir con la hoja de ruta del Ayuntamiento para esa instalación”, indicó. Reiteró la voluntad de “volverlo a poner a la venta” para que, en caso de darse una enajenación de la parcela, “con ese dinero se puedan mejorar el resto de instalaciones o ampliar algunas de las actuales. Si hay una venta, bienvenida será”, finalizó Urtaran. - Jose L. del C.