gasteiz - La reforma de Mendizorroza, que cuenta con el respaldo del Partido Socialista de Euskadi -socios del PNV en el Ayuntamiento-, no ha agradado a Podemos, EH Bildu y a la coalición de Izquierda Unida y Equo, Irabazi Gasteiz, que se han opuesto rotundamente al proyecto. Podemos declaró ayer que se están desperdiciando 8 millones de euros para una reforma innecesaria. En cuanto a Irabazi, el portavoz Oscar Fernández señaló que “el alcalde está actuando de manera muy irresponsable al comprometer 7 millones de euros por parte del Ayuntamiento, sabiendo la pésima situación económica de la institución y todos los grandes proyectos de inversión que tiene que afrontar en el corto y medio plazo (movilidad o soterramiento del ferrocarril)”. Esta coalición política propuso realizar una consulta ciudadana acerca de la reforma y su financiación cuando el Alavés presentó el proyecto, propuesta que fue rechazada por PNV PSE y PP.

La oposición de estos dos grupos puede ser un obstáculo que ralentice la construcción del nuevo Mendizorroza, como ya ocurriera con la reforma de Anoeta en Donostia. En este caso, Irabazi-Donostia, por medio del abogado Javier Olaverri, denunció irregularidades en el proyecto (en el que también participó el PNV) y consiguió paralizar el proceso. La Real Sociedad vivió muchos meses de recursos y tribunales hasta que lograron dar arranque a las obras.

La reforma de Anoeta guarda muchas similitudes con la que ahora plantea el Deportivo Alavés. Ambas rondan los 50 millones de presupuesto y buscan modernizar un estadio que se ha quedado obsoleto. Sin embargo, el Ayuntamiento de Donostia no aportó dinero a la obra y la Real solo recibió 14 millones de las arcas públicas. El alcalde Urtaran ya defendió este modelo en alguna ocasión debido a las dificultades económicas del Ayuntamiento, aunque al final sí sufragará parte de la obra. De hecho, invertirán más que Gobierno Vasco y Diputación. Iratxe López de Aberasturi, concejal de EH Bildu en el Consistorio, criticó precisamente esos “bandazos” de Urtaran y la “falta de información absoluta” que hay acerca del proyecto.