Mendizorroza, otra vez el estadio más fiel

Mendizorroza será esta tarde una gran fiesta para celebrar la permanencia del Deportivo Alavés en Primera División y buscar una victoria ante el Atlético de Madrid.

Vitoria - Hace ya tiempo que el alavesismo asumió en Vitoria y en el propio club un papel preponderante en la existencia diaria de la entidad. Hace tiempo que dejó a un lado ese papel de mero comparsa de una fiesta para convertirse en un influyente jugador número 12 que también disputa cada partido y, por supuesto, utiliza todos los medios a su alcance para cerrar tantas victorias como pueda. No existe estadística oficial ni oficiosa al respecto pero en el ambiguo campo de las sensaciones, nadie tiene ninguna duda de que la afición del Alavés, sobre todo en los partidos disputados en Mendizorroza, ha resutado fundamental en la consecución de no pocos triunfos de su equipo, lo que la lleva convirtiendo desde hace años en una de las grandes referencias de LaLiga, por más que su máximo responsable, Javier Tebas, continúe empeñado en poco menos que criminalizar a una parte de su colectivo más bullicioso de forma más o menos periódica. Sea como fuere, y aquí sí que no hay duda, además de este reconocimiento popular el estadio de Mendizorroza continúa siendo el más fiel de los veinte que componen la Primera División. El más agradecido y el que más se ilusiona porque los datos así lo atestiguan. Por segunda temporada consecutiva - y con los datos registrado hasta la fecha-, es Mendi el estadio más próximo a llenarse cada jornada al pasar de los 17,758 espectadores del curso pasado a los 18.289 de media de éste, guarismo con el que completa el 92,2 % del aforo albiazul. Le siguen Butarque (87,1 %), Camp Nou (83,9 %) y Wanda Metropolitano (81,4 %), mientras que en la vertiente opuesta es el estadio del Espanyol, el RCDE Stadium, el que peor asistencia registra para completar su aforo, que es de 40.500 espectadores. Según las cifras oficiales, apenas registra el campo perico una media de 18.649 espectadores por partido, menos incluso que la temporada pasada, un dato que debería ayudar al club a poner en valor el papel determinante y la fidelidad del alavesismo, que aún en los peores momentos de la temporada ha mantenido no ya solo una asistencia extraordinaria al campo teniendo en cuenta que muchos de los partidos se disputaron entre semana y a horas poco propicias para el aficionado, sino que lo hizo además con un espíritu de lucha y confianza que a buen seguro habrán contribuido a certificar la esperada permanencia. - A. Goñi