Vitoria - Con la permanencia ya prácticamente asegurada, en las tres últimas semanas el Deportivo Alavés ha comenzado a dar pasos sustanciales en la confección de su nuevo proyecto de cara a la próxima temporada y se encuentra ya cercano a consumar la continuidad de Abelardo Fernández al frente de su banquillo durante una campaña más. Tras la sensacional reacción protagonizada desde la llegada del técnico asturiano a Vitoria, la idea desde el club, tal y como desveló DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA en su edición del pasado 9 de marzo, pasaba por ofrecerle la continuidad en cuanto la salvación estuviese asegurada. Un deseo de continuidad que hace un par de semanas también el propio interesado desveló públicamente. Por lo tanto, con dos partes interesadas en entenderse solo era cuestión de tiempo alcanzar un acuerdo para la renovación. Un pacto que, en sus términos más importantes, se encuentra ya cerrado a falta de pequeños detalles y que podría oficializarse en cuanto la continuidad en Primera División, de no mediar una catástrofe difícil de imaginar, se consume de forma matemática dentro de unas jornadas.
Con el excelente rendimiento del equipo albiazul desde su llegada, el objetivo de la permanencia ya prácticamente asegurado con inesperada tranquilidad y su trabajo diario, Abelardo se ha ganado la confianza de los mandatarios de las oficinas del Paseo de Cervantes. El preparador gijonés fue una apuesta en primera persona del director deportivo, Sergio Fernández, por encima de otras opciones que se manejaban desde la cúpula de mando y ha salido de maravilla. Cogió el equipo hundido en el fondo de la tabla con solo seis puntos sumados en las trece primeras jornadas y ha sumado 29 en dieciocho partidos, un ritmo de puntuación propio de equipos que pelean por competiciones europeas y aderezado por una actuación notable en la Copa del Rey, quedando al borde de las semifinales.
Más allá de los puntos, El Pitu ha dotado al Alavés de un estilo reconocible que se ha mantenido prácticamente inalterable desde su llegada con alguna excepción puntual, como la crisis de tres derrotas consecutivas, que se entiende perfectamente si se tiene en cuenta el nivel de exigencia física y mental a la que llevaba el grupo sometido desde hacía meses y que provocó la explosión cuando ya se rozaba la permanencia tras la remontada.
Del asturiano se valora altamente su capacidad para conformar un equipo competitivo, pero también sus dotes de psicólogo para darle la vuelta a una situación muy complicada cuando llegó. Tras la remontada de Girona, fue capaz de atraer a toda la plantilla a su causa para protagonizar una reacción histórica. Cuenta con el respaldo de la dirección deportiva, pero también de un vestuario que ha elogiado su “sentido común” y su “lógica” a la hora de tomar decisiones y trabajar.
Con estos argumentos, El Glorioso tenía claro que le iba a ofrecer la continuidad a Abelardo -el contrato que firmó el pasado mes de diciembre toca a su conclusión el próximo 30 de junio y no se habían estipulado condiciones para que fuese extendido automáticamente en caso de permanencia- y esperaba la respuesta del propio interesado, que desde el primer momento ha sido positiva. Su buen desempeño en Mendizorroza ha despertado el interés de otros clubes, pero el gijonés también considera que en Vitoria tiene una buena opción para seguir creciendo.
La parte sustancial de la negociación se encuentra ya cerrada y El Pitu renovará por una temporada más, con lo que el Alavés disfrutará en esta ocasión de continuidad en un banquillo muy movido últimamente.