Vitoria - En las oficinas del Deportivo Alavés se vivió ayer la jornada de tranquilidad, siempre relativa cuando se habla del día del cierre del mercado, que en principio se esperaba. No se preveían grandes movimientos en el seno del vestuario albiazul y, finalmente, no se acabaron produciendo ni llegadas ni salidas. Se estuvo trabajando hasta el último momento en la marcha de Aleksandar Katai, que finalmente no fructificó -la continuidad de Bojan Krkic se daba por hecha desde hace días y tampoco había muchas esperanzas con Christian Santos-, por lo que finalmente solo se han ido Óscar Romero (Shanghai Shenhua) y Enzo Zidane (Lausanne Sport), mientras que en el capítulo de llegadas figuran las cesiones de John Guidetti (Celta) y Hernán Pérez (Espanyol). Cuatro movimientos en total, una cifra que se sitúa bastante lejos de la decena que se preveía cuando en el mes de diciembre se comenzó a planificar la idea de la plantilla que iba a ser la definitiva de cara al segundo tramo de la temporada. Así las cosas, Abelardo Fernández contará a partir de ahora con veinticuatro fichas profesionales, a las que hay que añadir los tres jugadores con licencia del filial (Martin, Diéguez y Demirovic) que se encuentran en dinámica de entrenamientos y partidos con el primer equipo.
En el capítulo de altas, la dirección deportiva no se ha movido ni un ápice del plan que entonces se había trazado. Cuatro nombres figuraban sobre la mesa del máximo mandatario de la parcela futbolística, dos de ellos se han podido concretar y los otros dos se han quedado en el tintero sin que desde el club se haya trabajado en alternativas al considerarse que no existían piezas en el mercado de una calidad semejante.
Con éxito se completaron las negociaciones con Guidetti -préstamos con obligación de compra que ronda los cinco millones de euros en caso de permanencia alavesista- y Hernán Pérez -cesión hasta el final de curso, cuando volverá a su equipo de origen sin ninguna opción de repesca por contrato-, mientras que finalmente se hubo de renunciar a Miguel Layún -el lateral izquierdo se comprometió finalmente con el Sevilla- o un Marcos Llorente que seguirá en el Real Madrid. El examen del mercado para encontrar alternativas a estos dos fichajes frustrados no ofrecía alternativas viables, ya fuese por conceptos de calidad o por una mera cuestión monetaria. Como en el club se tenía claro que en esta ocasión no se iba a fichar por fichar y que solo se iba a apostar por futbolistas que mejorasen lo ya existente, las posibles alternativas fueron descartadas.
Ante sus necesidades, el Alavés ha realizado una apuesta importante desde el punto de vista económico, ya que las incorporaciones de Guidetti y Hernán Pérez tienen un coste que ronda los dos millones de euros. Ante este desembolso no contemplado, los dirigentes albiazules pretendían desprenderse de alguna de las fichas de los jugadores que no entraban en los planes de futuro del entrenador, pero en este sentido también se han producido menos salidas de las esperadas. Una opción que no estaba contemplada era la marcha de Mubarak Wakaso, que finalmente tampoco se produjo pese a la insistencia del Getafe.
La primera marcha en concretarse fue la de Romero, con quien había una opción de ampliar su cesión con un coste cercano al millón de euros que ni siquiera se contempló. Después llegó la rescisión de contrato de Enzo Zidane. Y a lo largo de todo el mes de enero se ha tratado de buscar acomodo a Bojan, Santos y Katai. En el caso del ilerdense, la imposibilidad de que jugase en Europa hacía casi imposible su salida y una opción que tuvo de irse a Estados Unidos no acabó fructificando. Tanto el venezolano como el serbio han manejado ofertas en Europa, pero en todo momento han dado prioridad a su continuidad en España.