Vitoria - En el brindis con el que hace apenas unas horas se abrió el año, una de las peticiones más repetidas fue la de disfrutar de un buen estado de salud a lo largo de 2018. También el Deportivo Alavés ansía encontrar esa situación, que en lo referido a lo futbolístico no es otra cosa que los buenos resultados que conduzcan a la permanencia a la máxima categoría. Y es que esa salud deportiva es sobre la que se debe cimentar el futuro de una entidad que ha perfilado en su horizonte grandes proyectos que dependan de mantener la plaza en la máxima categoría del balompié estatal por tercera temporada consecutiva. Un objetivo que hace apenas un mes se contemplaba ya como prácticamente inviable, pero que vuelve a ser una posibilidad más que real después de la resurrección protagonizada por el equipo albiazul a lo largo del recién finiquitado diciembre.
La reacción vivida de la mano de Abelardo, con tres victorias en cuatro partidos, le ha servido al Glorioso para engancharse a una pelea de la que ya parecía completamente descolgado con sus resultados precedentes. Nueve puntos que le han permitido pasar las vacaciones navideñas incluso fuera de la zona roja por mucho que solo cuente con quince en el global de su casillero. Una cantidad muy baja todavía que hay que seguir engordando siempre en la previsión de que la línea de la salvación se suele proyectar alrededor de los cuarenta puntos.
Resultados y sensaciones han sido muy positivos de la mano del recién llegado técnico, pero ahora llega el momento de la confirmación. Con el calendario en la mano, por Mendizorroza va a pasar la permanencia. Sobre todo en un inicio de la segunda vuelta en el que puntuar a domicilio va a resultar tremendamente complicado, pero en el que irán desfilando por Vitoria la mayoría de los equipos que preceden a los albiazules en la antesala de la zona de peligro.
Hasta mediados de mayo, veintiún partidos tienen por delante los alavesistas para firmar esa necesaria reacción que sirva para paliar el desastroso arranque de curso y asegurar la permanencia en Primera. Mención especial merece una Copa del Rey que acelera a lo largo de las próximas semanas y en la que el sueño no es otro que repetir la final del pasado año, aunque se trata de un objetivo aún más difícil que el principal para este curso.
La permanencia es sinónimo de salud en el caso del Alavés. Y también lo será de dinero, en el caso de confirmarse. Unos ingresos que se antojan fundamentales para que el club siga avanzando en los proyectos estructurales que Josean Querejeta ha ideado para seguir creciendo en el futuro.
En 2016, el máximo mandatario alavesista exhibió sus planes para el asentamiento de la entidad. Una residencia para jóvenes talentos que se ha materializado ya en 2017, una ciudad deportiva que tiene que estar en marcha ya en 2018 y una ampliación de Mendizorroza que tiene que pasar de los planos a sus primeros pasos sobre el terreno. Infraestructuras para dotar a la entidad de un mayor valor patrimonial y que requieren de inversiones millonarias que son mucho más sencillas con el equipo en Primera.
El trabajo con los jóvenes es otra de las premisas que en el club del Paseo de Cervantes ha señalado como fundamental para su crecimiento. La cantera alavesista vive días de esplendor con unas camadas que están dejando muy buenas sensaciones, pero El Glorioso se mantiene firme en su idea de controlar todo el fútbol provincial y este año se antoja como fundamental en ese sentido después de la advertencia que se lanzó en la última junta accionarial a las instituciones, reclamando su apoyo para completar la pirámide del fútbol base alavés. Al mismo tiempo, se trabaja también en el panorama internacional y si en 2017 se firmó un convenio con el Rudes croata para instalar una base de operaciones en la zona de los Balcanes, el objetivo ahora es implantar también un nuevo centro de trabajo en Sudamérica, con Brasil y Argentina como sedes más probables.
Deseos todos ellos para un año nuevo en el que, no obstante, el Alavés pedirá primero por su salud y esa continuidad en Primera División que supone una catarata de ingresos para afrontar otros proyectos que permitan al club seguir creciendo como en los últimos años.