Quién sino mejor que el capitán del equipo, Manu García, para levantar la moral del alavesismo, resituar a sus compañeros y situar a todo el mundo en la encrucijada: rendición o reto. Esa fue la carta de presentación del centrocampista vitoriano, que ayer compareció ante los medios para analizar la situación del equipo, sus posibilidades reales y, de paso, valorar la destitución de Gianni De Biasi, el tercero en discordia en lo que va de temporada. “Cada vez que echan a un entrenador me llega la misma sensación de vacío, de sentirte decepcionado con tu rendimiento y muy responsable. Ha sido una persona (De Biasi) que ha intentado darle la vuelta a esta situación, que nos ha dado mucho cariño y que ha trabajado con mucha honradez, por eso cuando alguien pone todo de su parte, más allá de los resultados, está bien reconocerlo y agradecerlo”, glosó el capitán en torno a la figura de su ya exentrenador antes de entonar el mea culpa en nombre de todos sus compañeros. “Podemos buscar excusas o podemos mirar hacia dentro y pensar qué falta para que consigamos un mayor rendimiento, pero los principales responsables de la situación somos los jugadores”.
Superada la página del preparador italiano, Manu García insistió en catalogar como un “reto extraordinario” lo que a partir de ahora tiene por delante el Alavés, que no es otra empresa que 25 jornadas donde aún está todo por decidirse. “Es momento de sumar y de pensar en positivo porque la liga nos está dando vida; en otros años podríamos haber estado ya a diez ó doce puntos de la salvación, pero la realidad es que estamos con seis y con 25 partidos por jugar”, recordó mientras lanzaba un dardo envenenado contra todos aquellos que en estos momentos dan por muerto al Alavés. “Mucha gente nos da por descendidos, pero nos vamos a rebelar contra esa situación y en nuestra mano está llenar al Alavés de ilusión y estímulos positivos”, afirmó el capitán con la mirada puesta principalemente en las gradas de Mendizorroza, que cada jornada no cesa de ofrecer cariño, aplausos, mensajes de ánimo y cánticos de apoyo a los jugadores. Y todo a cambio de nada. “Esto no ocurre en ningún otro club profesional y creo que es nuestro deber y nuestra responsabilidad que cada uno, desde su lugar, intente rodear al club de positivismo, de estímulos que sumen porque estamos en disposición de darle vuelta a la situación”, solicitó el jugador.
la salvación de jaén... A continución, reconoció el capitán con total autocrítica el “escaso” rendimiento que está ofreciendo el equipo y advirtió de que ya llegará “el momento de depurar responsabilidades”. Hasta entonces, sugirió, la obligación del vestuario pasa por crecer con convencimiento de que es posible salir del pozo de la tabla porque la distancia con los equipos precedentes así lo permiten y, sobre todo, porque quedan muchos meses de competición. En este sentido, el capitán recordó la angustiosa salvación de Jaén en Segunda División. “Me agarro mucho a aquella temporada porque me demostró que creyendo y trabajando en el día a día se puede dar la vuelta a situaciones muy complicadas y en aquel momento con mucho menos tiempo que el que tenemos ahora”, rememoró el jugador, que también abordó la llegada del futuro entrenador, el tercero tras Zubeldía, Cabello y De Biasi. “Le vamos a recibir con los brazo abiertos y vamos a redoblar esfuerzos para hacer las cosas mejor”. - A. G.