Vitoria - La luz al final del túnel se empieza a perfilar en el horizonte de un Víctor Laguardia que encara ya la fase final del largo proceso de recuperación de la gravísima lesión de rodilla que sufrió el pasado 23 de abril en la visita al Las Palmas. Tras someterse a una operación quirúrgica para restablecer la rotura total del ligamento cruzado anterior a finales del mes de mayo -estuvo apurando todas las opciones de disputar la final de la Copa del Rey porque en un primer momento solo se le detectó una distensión capsular-, el defensa zaragozano recibió ayer el alta médica y afronta ya la fase final de su recuperación, en la que se irá reintegrando paulatinamente al trabajo con el grupo.
Han pasado ya seis meses desde que Laguardia entrase al quirófano para someterse por segunda vez en la misma rodilla a una operación para solventar la rotura total del ligamento cruzado anterior, pero al maño aún le queda tiempo de recuperación por delante hasta poder volver a vestirse de corto. El tiempo de convalecencia total estimado para este tipo de lesiones comprende un abanico, si las cosas no se tuercen, que va desde los seis a los nueve meses y el central alavesista se va a mover dentro de dicho arco si a partir de ahora no aparecen complicaciones con la puesta a punto definitiva.
En principio, desde el club se prevé que Laguardia pueda volver a jugar a lo largo del próximo mes de enero, lo que supondría un total de nueve meses alejado de los terrenos de juego desde que se lesionase a finales de abril, aunque el diagnóstico definitivo tardase entonces en desvelarse por los esfuerzos del club y del propio jugador para estar en la final copera.
Habrá que ver cuánto le cuesta completar la puesta a punto y en qué condiciones competitivas se encuentra dentro de aproximadamente mes y medio, pero la recuperación del zaragozano, si es plena, no supone más que una gran noticia para los intereses alavesistas. No en vano, la presencia del central se está echando en falta en el eje de la zaga -es un futbolista que hace mejores a sus compañeros- como en cuestiones de mando y liderazgo.
El problema que se abrirá entonces con la acumulación de centrales -hasta cinco tendrá De Biasi, que ya cuenta con Alexis, Ely, Maripán y Diéguez- se presenta como un mal menor para el club, que, en todo caso, podría buscar la salida de alguna de estas piezas en el mercado si a lo largo del mes de enero se corrobora que Laguardia está completamente recuperado. - DNA