vitoria - No hay día que pase que el culebrón Betoño no ofrezca un nuevo capítulo dentro de ese serial que tiene como actores principales al Ayuntamiento de Vitoria, propietario de las instalaciones; el Alavés, entidad interesada en hacerse con los antiguos campos de la Michelin para levantar en esos terrenos su nueva ciudad deportiva; los clubes que ahora mismo utilizan también dichas instalaciones municipales como el Betoño, el Salburua y el Gasteizko Neskak -y que podrían verse obligados a salir de allí si la entidad albiazul se hace finalmente con Betoño-, y la oposición política en el Consistorio, ayer focalizada en EH Bildu, que el pasado 10 de noviembre solicitó la comparecencia del alcalde en comisión para ofrecer explicaciones sobre las afecciones y consecuencias que la venta de estas instalaciones tendría para Vitoria y los clubes afectados.

seis millones en inversiones En la comparecencia pública de ayer, Gorka Urtaran reiteró la necesidad de vender Betoño debido al mal estado que presentan las instalaciones y el alto coste que tendría para las arcas públicas rehabilitarlas. “Las instalaciones son insostenibles por el tamaño, por su propia estructura y por las inversiones necesarias, que podrían llegar hasta los 6 millones de euros”. Por esta razón, y por el interés de un club de Primera División como el Alavés, el alcalde reforzó a continuación su mensaje de venta aludiendo al carácter “ineficaz” de dichas instalaciones desde el punto de vista social, medioambiental y económico. “Los ingresos previstos con la venta serán de 14-15 millones de euros, según la última tasación municipal, pero el precio de salida será el que marque la tasación municipal”, manifestó Urtaran. Respecto a los clubes que se verían afectados por esta operación, el alcalde aseguró que “dos de los tres clubes (Betoño y Gasteizko Neskak) son conveniados con el Alavés y están trabajando para buscar una alternativa adecuada. Y tienen una salida negociada”.

En este sentido, el Betoño, en declaraciones a este diario, negó de forma categórica que exista ya un acuerdo al respecto. “Ni lo hay, ni nos han llamado de ninguna parte, ni del Ayuntamiento ni del Alavés. Hay palabras, eso sí, y buenas intenciones, pero de ahí a tener algo firmado, en ningún modo. Es más, en su día ya trasladamos a los responsables municipales una opción para, en caso de recalar el Deportivo Alavés en Betoño, hacer el tránsito de la salida de nuestros 22 equipos (350 niños y niñas) de forma escalonada, quedándonos en uno de los cuatro campos que hay ahora mismo y preparando la salida a otra instalación municipal, pero a día de hoy seguimos sin tener respuesta”, lamentaba un portavoz de este club. Tampoco con otro de los afectados como el Salburua, según reconoció el propio Urtaran, existe “una solución negociada” por el momento.

Sea como fuere, el alcalde insistió en su comparecencia en las beneficios que podría tener la venta para la capital alavesa. “Con los ingresos podremos utilizar dichos recursos para poder mejorar las instalaciones deportivas municipales y en su caso, hacer nuevas instalaciones y más eficientes en los nuevos barrios. Este es el plan, no ocultamos nada”, se defendió Urtaran.

Betoño cuenta en estos momentos con tres campos de hierba natural y uno artificial (fútbol 11), dos más artificiales de fútbol 7 y un tercero, también artificial, de fútbol 7 cubierto. EH Bildu, por su parte, criticó que el informe sobre la ineficiencia de estas instalaciones se realizara después de que el Deportivo Alavés mostrara interés por estos campos.