Vitoria - Tras su última victoria contra el Espanyol, volvió a marcharse a un nuevo parón el Deportivo Alavés con la sensación de que el objetivo de la permanencia no es una utopía a pesar de sus gravísimos problemas en el arranque del curso, pero para que esa creencia se mantenga viva hay que alimentarla con nuevos puntos en una fase de la temporada que se antoja como crucial para definir el futuro de este Glorioso que ni hace unas semanas estaba muerto ni ahora se puede dar por resucitado. Paso a paso, no queda otra cuando la situación es tan crítica. Y para ir progresando en la escala de la mejoría médica, el conjunto albiazul buscará ese encadenado mágico que supone sumar dos victorias de manera consecutiva. De conseguir este logro, los pupilos de Gianni De Biasi dormirán durante un par de días fuera de la zona de descenso, a la espera del partido del Eibar el lunes contra el Betis en el que obligaría a los armeros a ganar también para mantener su actual posición antes de un derbi que se dibuja ya altamente decisivo.

Pero para esas cuentas de la lechera posteriores, la clave pasa por asaltar este mediodía el Coliseum Alfonso Pérez, donde espera un viejo conocido como José Bordalás que no va a poner las cosas para nada sencillas. El alicantino, fiel a su costumbre, ha confeccionado un equipo rocoso, sólido y con capacidad de pegada mediante el juego directo. Precisamente, una ideología similar a la que De Biasi ha reimplantado en el Alavés, convertido ahora en un conjunto con una identidad muy reconocible sobre el césped.

La premisa básica de este Glorioso vuelve a situarse de nuevo en la fortaleza defensiva. Que sus dos victorias ligueras y la conquistada en la Copa del Rey precisamente en Getafe hayan llegado después de dejar la portería a cero no responde a la casualidad. En esta temporada en la que aún no se ha dado el término medio del empate, encajar supone perder y no hacerlo es, de momento, sinónimo de ganar.

Con esa intención básica conocida de antemano, el campo de mejora de este colectivo pasa por el plano ofensivo. Los cinco goles que acumulan los albiazules en lo que va de torneo liguero son una cifra excesivamente pequeña para cualquier aspiración de éxito. La carencia es evidente, pero en muchos partidos ha sido más por falta de puntería que por incapacidad a la hora de generar ocasiones. Lo que es evidente es que hay que mejorar en esta cuestión fundamental del fútbol, ya que lo de mantener habitualmente la portería a cero en Primera División es una cuestión realmente complicada ante la calidad que presentan arriba casi todos los equipos.

Todo hace indicar que De Biasi seguirá con la misma idea en su alineación que ha mostrado en las últimas jornadas. Ha conseguido fortalecer el entramado de destrucción con tres centrocampistas y tres centrales y dicho dibujo se antoja de nuevo indispensable en un duelo que será tremendamente trabado en la pelea por la victoria.