Vitoria - Mucho y malo dejó Dmitry Piterman en su trienio al frente del Deportivo Alavés. También un listado casi interminable de jugadores que entraron en el vestuario de Mendizorroza reclamados por los cantos de sirena del ucraniano y que en pocos meses se convirtieron en acreedores del club por el escaso gusto del por entonces presidente a ingresarles sus respectivas nóminas. Una década ha pasado ya desde que el hombre que condujo a El Glorioso a las puertas del infierno cogiese el dinero y saliese corriendo de un barco que había estado a punto de hundir y muy pocos son los jugadores pertenecientes a aquella época que siguen en activo. Uno de ellos es Mehdi Lacen, que fue un gran descubrimiento de esa etapa y al que su paso por Vitoria le sirvió como base para asentar una sólida carrera en el fútbol estatal, donde cumple su décima temporada en Primera División.

El centrocampista franco-argelino, capitán del Getafe, no vive sus mejores días. En su séptima temporada en el club madrileño, José Bordalás le dejó claro el pasado verano que ya no entraba en sus planes tras haber sido pieza fundamental en el último ascenso y también en la época reciente de la entidad azulona. Su bagaje en todo el curso son los 24 minutos que disputó ante el Real Madrid, por lo que, con los 34 años a la vuelta de la esquina, en el mercado invernal podría buscar una salida.

Lacen es todo un veterano ya en Primera y muy lejos queda su aterrizaje en Vitoria en el verano de 2005 con 21 años. Llegaba procedente del Valence, de la tercera categoría francesa y, en principio, su lugar iba a estar en el filial alavesista en Segunda División B. Nada más lejos de la realidad, ya que tras ver su potencial físico, su capacidad para la recuperación en el centro del campo y sus buenas dotes en la salida de balón, los técnicos albiazules apostaron por él en el primer equipo, con el que esa temporada jugaría una veintena de partidos.

Como todos los futbolistas que en esa época vivieron en el seno del vestuario alavesista, seguro que tiene historias para contar hasta aburrir. Y, la mayoría de ellas, con la tristeza de un club que se desmoronaba desde sus intestinos. Con el descenso a Segunda se convirtió en un futbolista fundamental en el centro del campo alavesista y vivió episodios épicos como la remontada ante la Real Sociedad -tras el gol de Toni Moral estaba conmocionado sobre el césped- o la salvación en Vigo. El de Balaídos fue su último partido como albiazul, pero antes de irse al Racing de Santander aún dejó 650.000 euros en las arcas vitorianas. Tras tres temporadas en El Sardinero siendo pieza fundamental, abriría su actual periplo en el Getafe, que ya parece acercarse a su fin.

De aquella etapa de Piterman ya son pocos los supervivientes y la mayoría de los aficionados alavesistas ni siquiera se acordarán de gran parte de los nombres. Junto a Lacen, siguen todavía en activo Nene (Vasco da Gama), Costanzo (Universidad Católica, Ogbeche (Willem II), Wellington Paulista (Chapecoense), Arthuro (Sabadell), Brandán (Atlético Fénix de Pilar), Elton (Alecrim), Gabri (Formentera), Uranga (Arenas) y Antchouet (Gobellins). - B. Mallo