Vitoria - Guste o no, es José Bordalás un tipo de entrenador que encaja como un guante en esa etiqueta que el mundo del fútbol suele colgar a quienes no dejan indiferente a nadie. Porque en este particular ecosistema de técnicos, los hay prudentes, precavidos y cautos, cargados de pausa e incluso timoratos. Pero también perfiles que ofrecen justo las prestaciones contrarias. Entre unos y otros se mueve con habilidad el preparador alicantino, actual entrenador del Getafe y ex, entre otros, del Deportivo Alavés, con el que este sábado se encontrará como rival en Primera División. Curiosamente la categoría a la que logró ascender al conjunto albiazul en mayo de 2016 con el profundo desagravio posterior de agradecerle los servicios prestados ofreciéndole la salida por la puerta de atrás. Rumió entonces aquella injusticia con la frialdad que le confiere su experiencia en el mundo de los banquillos y formó parte de las listas del paro futbolístico hasta que llegó su oportunidad. El 27 de septiembre de ese mismo año firmaba por el Getafe con la temporada ya comenzada tras sustituir en el banquillo a Juan Eduardo Esnáider, incapaz de hacer carburar una maquinaria que, en principio, estaba predestinada a luchar al final de temporada por el ascenso. Aquel toro, recordaría meses después el propio Bordalás, era mucho toro. El Geta ocupaba a su llegada puestos de descenso, pero rápidamente mejoró sus resultados y escaló posiciones hasta terminar la temporada en puestos de promoción de ascenso, concretamente en una tercera posición desde la cual logró ascender a la elite de nuevo tras eliminar a Huesca y Tenerife en el play off.

Segundo ascenso a la máxima categoría en tan poco tiempo y con la satisfacción, esta vez sí, de poder disfrutar de la recompensa después del palo del Alavés. Con el tiempo justo para confeccionar un plantel de garantías - “Hay que buscar siempre el equilibrio porque no es bueno un equipo muy joven ni otro muy veterano”, reconocía el alicantino en una entrevista reciente en la web del club azulón-, Bordalás se rodeó de algunos viejos camaradas tanto en el banquillo como en el terreno de juego para afrontar el que es el único reto del Getafe este curso en Primera División, la permanencia.

el giro de sergio pelegrín Así, por ejemplo, en tareas de asistencia técnica ha vuelto a contar con Javier Vidal, al que en su época en el Alavés le encomendó la responsabilidad de la preparación física del equipo, una decisión que entonces supuso la salida del vitoriano Gerardo Izaguirre, actualmente preparador en la Real Sociedad de Eusebio Sacristán. Como quiera que el salto a Primera División exigía un equipo técnico más completo y cualificado, Bordalás convenció a Sergio Pelegrín, antiguo amigo suyo y central con experiencia en numerosas clubs del fútbol español -incluido el Deportivo Alavés de la temporada 2015/16 que ascendió a Primera- para que regresara de su retiro dorado y se embarcara junto a él en el banquillo con la idea de convertirse en un enlace clave entre el vestuario y la figura del propio Bordalás. “Hace cuatro meses no me imaginaba que iba a estar aquí. No me veía retirado porque estaba con fuerzas y quería jugar hasta los 40, pero ante el Oviedo, en el último partido, desconecté”, explicó el pasado mes de julio el central, que acumulaba hasta entonces veinte años de carrera. Meses después comparecería sentado junto a su amigo Pepe y Javi Vidal en el banquillo del nuevo San Mamés.

javi barbero, y ramón planes Otro de los técnicos con pasado albiazul que se han unido al staff de Bordalás es Javi Barbero, preparador de porteros vitoriano con el que ya coincidió hace dos campañas en el Alavés y que la pasada temporada, con la llegada de Pellegrino a la dirección del primer equipo, fue relegado al filial porque el argentino llegó a Vitoria con otro preparador como Javier López Vallejo. “Coincidí con Bordalás en Vitoria en una temporada exitosa porque fue un año magnífico a todos los niveles. Después del ascenso del Getafe recibí una llamada suya en la que me trasladó su deseo de incorporarme a su cuerpo técnico en un proyecto muy ilusionante y acepté. Le trasladé al Alavés el interés y ellos facilitaron mi salida. Les estoy agradecido, ya que valoraron esta opción de crecimiento profesional para mí”, reconocía recientemente este antiguo portero del Aurrera, San Ignacio y Mirandés. El último eslabón albiazul en el área técnica del Getafe es el actuar director deportivo del equipo, cargo que desde el pasado verano ocupa Ramón Planes en detrimento de Toni Muñoz. El catalán, con basta experiencia en los banquillos, dirigió el banquillo del Glorioso en la 2005/06.

Sergio mora y dani pacheco Un proyecto en la parte técnica que está a la altura de una categoría donde el Getafe no quiere pecar este año de falta de ambición, como reconoce el propio Bordalás. “Somos muy ambiciosos, por eso queríamos tener a estas alturas de la Liga algún punto más para estar tranquilos pero sabemos que es difícil porque esto es fútbol. Así y todo el equipo ha competido a gran nivel en todos los partidos y eso es lo que más me satisface. Sin esfuerzo no hay recompensa y si la exigencia en el alto nivel es máxima, el fútbol todavía más; si no te exiges al máximo no puedes competir”, sostiene el alicantino, que bien podría poner a Sergio Mora, uno de los dos exalbiazules que ahora mismo tiene en la plantilla, como ejemplo. A sus 39 años, el incombustible Mora parece estar viviendo una segunda juventud tras aquella lejana experiencia fechada en octubre de 2002, cuando de la mano de Fernando Vázquez debutó en Primera con el Rayo Vallecano. Mucho ha llovido desde entonces y muchos los clubes donde ha militado el madrileño, una pieza de la máxima confianza de Bordalás, que esta temporada apenas lo ha utilizado 139 minutos. El último enlace entre el Alavés y el Geta lo constituye el escurridizo Dani Pacheco, fundamental en los ascensos a Primera con el Glorioso y su actual equipo, pero inédito en la presente temporada por culpa de una lesión en su hombro izquierdo que se encuentra en su última fase de recuperación.