Vitoria - Más allá de la mejora como grupo, de reconocer por fin a un equipo más o menos fiable sobre el terreno de juego y, sobre todo, más allá de la sensación de que el fichaje de urgencia de Gianni De Biasi por el Alavés es el adecuado para obrar el milagro de la permanencia, existe una realidad contable y alejada de sensaciones al que el alavesismo se agarra estos días como a un clavo: la clasificación. Y es que después de conceder una ventaja de cinco jornadas al resto de implicados en los puestos de descenso, la realidad y los número a estas alturas del campeonato indican que el Deportivo Alavés tiene la salvación a tiro. En concreto, a tres puntos, que son los que le separan en estos momentos del Girona, el equipo que marca la frontera del descenso y que ahora mismo suma seis puntos. Solo uno menos que su antecesor, el Eibar (7 puntos), y dos menos que el Deportivo de la Coruña y el Getafe de José Bordalás, que ocupan en estos momentos los puestos 15º y 14º de la clasificación, respectivamente. “Si habiéndolo hecho tan mal hasta ahora solo estamos a tiro de tres puntos para la salvación, no podemos quejarnos ni un ápice”, señalaba ayer un joven aficionado en un corro de amigos reunidos en el parque de El Prado.
Esta sorprendente situación refuerza la idea de Giani de Biasi por mantener “vivo” al equipo en ese escaso margen de cinco puntos. Apenas dos partidos para mantener la tensión competitiva hasta el parón navideño, que suele marcar el punto de inflexión en el futuro de aquellos equipos que, como el Alavés, arrastran problemas desde que comenzó la temporada. “Lo peor que nos podría pasar es que fuéramos esta temporada el Osasuna de la pasada; se nos iba a hacer el año muy largo”, abunda otro joven del mismo grupo. A pesar del cholismo que se estila en el fútbol actual, De Biasi continúa fijando en su calendario los partidos que le acontecen en las próximas semanas, varios de ellos, por cierto, de notable importancia dado que son rivales que como su equipo ocupan en estos momentos los puestos más bajos de la clasificación. Descontando la visita al Betis y el recibimiento una semana después en Mendizorroza a un Valencia que asusta -es el equipo más goleador hasta ahora junto a Barça y Real Sociedad-, las próximas cinco jornadas le llevarán a enfrentarse al Espanyol (casa), Getafe (fuera), Eibar (casa), Girona (fuera) y Las Palmas (casa), un póker de miedo con cuatro claros candidatos a luchar, al igual que el Alavés, por evitar el descenso. Cuentas de la vieja, en definitiva, para alimentar una autoestima coral que requiere de puntos para sobrevivir. Máxime cuando este año, y viendo el bajo nivel de puntuación registrado en las ocho primeras jornadas de Liga, las previsiones cifran la permanencia en no más allá de los 40 puntos. Una salvación más barata que nunca que el Alavés debe comenzar a apuntalar con urgencia este sábado ante el Betis, que ayer anunció la baja para las próximas semanas de su defensa danés, Riza Durmisi, con una rotura fibrilar de grado uno en el bíceps femoral de su pierna derecha.