Nunca es un mal momento para conseguir una victoria, pero hay situaciones en las que psicológicamente viene todavía mejor conseguir un triunfo. Los tres puntos que ayer consiguió el Deportivo Alavés en el Nou Estadi llegan en el momento más oportuno, con un entrenador recién estrenado que se ha cargado de argumentos favorables y con un parón por delante que le permitirá a Gianni De Biasi seguir trabajando con el refuerzo anímico de saber que la nave puede enderezar su deriva y acabar llegando a buen puerto.

El panorama no está pintado, ni mucho menos, de color rosa. La situación sigue siendo grave. Pero se hubiese tornado ya dramática de haber llegado ayer un nuevo tropiezo y con quince días por delante para rumiar la crisis. No ha abandonado el equipo vitoriano la unidad de cuidados intensivos, pero alcanza el segundo parón de la competición con la inyección anímica de la primera victoria y la certeza de que trabajando bien durante estas dos semanas se puede mejorar de manera considerable el nivel.

El séptimo tropiezo consecutivo hubiese supuesto un duro mazazo, pero el primer triunfo del curso es un positivo espaldarazo. Principalmente, para la figura de un entrenador que en apenas cinco días de trabajo ha conseguido revertir la tendencia derrotista, sobre todo a través de una enorme mejoría en las dos áreas, concediendo poco al rival en la propia y generando muchas ocasiones en la contraria.

De cara a jugadores, club y entorno, De Biasi sale tremendamente reforzado. Haber alcanzado este parón con cero puntos en el casillero hubiese supuesto un auténtico drama; hacerlo con tres hace que la confianza se incremente de manera considerable a pesar de que la situación aún es muy tensa. De momento, la victoria aporta una enorme calma para afrontar quince días de trabajo que se antojan fundamentales para el crecimiento del equipo.

Y es que el siguiente bloque de cuatro partidos es clave para los intereses albiazules, ya que tres de ellos habrán de disputarse al calor de Mendizorroza. La serie se abre con el derbi en casa ante la Real Sociedad, continúa con la visita al Betis y tiene sus dos últimos capítulos ante Valencia y Espanyol, los dos de manera consecutiva en el estadio del Paseo de Cervantes. Un mes de competición en el que ya hay que comenzar a sumar con regularidad.