Vitoria - Tras varias horas de tensa espera, a última hora de la noche de ayer el Deportivo Alavés confirmó el fichaje del transalpino Gianni De Biasi como nuevo entrenador para lo que resta de temporada y otra más en función de los resultados, fundamentalmente si consigue la permanencia del equipo en Primera División. La noticia de su fichaje ya fue publicada por este medio en su versión digital el pasado jueves a media tarde pero ayer adquirió rango de oficialidad cuando el club la colgó en su web al filo de las diez de la noche. Así pues, todo listo ya para recibir hoy en Vitoria a este singular veterano de guerra de 61 años acostumbrado como pocos a los retos imposibles -que se lo pregunten sino a la selección de Albania, a la que clasificó por primera vez en su historia para la Eurocopa de Francia 2016- y las situaciones de emergencia. Situaciones, sin ir más lejos, como la que en estos momentos atraviesa el Alavés. De este modo, con la llegada de De Biasi se pone el punto y final por parte de la ejecutiva albiazul a una búsqueda que se inició el pasado domingo por la tarde, cuando se produjo la destitución de Luis Zubeldía tras el 0-3 ante el Villarreal, y que había provocado una catarata de rumores, peticiones y ofrecimientos que se postulaban para dirigir al Glorioso. De todos ellos, el vitoriano Aitor Karanka y Javi Gracia fueron dos de las opciones más apetecibles por parte de la dirección deportiva del club, sin embargo quien más cerca estuvo de recalar en Vitoria fue el Pitu Abelardo, exjugador además del equipo albiazul. Sea como fuere, la incógnita se despejó el pasado jueves a media tarde. Para entonces, el perfil descrito y deseado por el club comenzaba a cuadrar con la figura de Gianni De Biasi: un técnico veterano, con experiencia en ligas europeas, a poder ser la española -el italiano dirigió durante seis meses en la 06-07 a un Levante prácticamente muerto al que no logró evitar del descenso- y un perfil psicológico apto para situaciones de emergencia. Cualidades, a priori, que parece atesorar el técnico transalpino, en cuyos milagros tiene ahora depositado el alavesismo toda su confianza. Curiosidades de la vida, su particular liga comenzará en una semana ante el mismo Levante que hace una década no pudo salvar del descenso. “El verdadero secreto está en la fuerza de voluntad; siempre hay que creer”.