vitoria - Las convulsiones de los últimos días del mercado de fichajes afectan a prácticamente todos los estamentos del club y uno de los nombres propios que lo está sufriendo en primera persona es Einar Galilea. El central albiazul se encuentra ultimando su recuperación de la grave lesión de rodilla que se produjo la pasada temporada durante un encuentro de la Copa Federación y, ahora mismo, observa su futuro con incertidumbre. Sin hueco en el primer equipo, su sitio en el caso de continuar en Vitoria sería el filial, que milita un curso más en Tercera tras no poder consumar el ascenso. Una categoría que parece evidente que se le queda pequeña y en la que contaría con escaso margen de mejora.
Sin embargo, a su puerta ha llegado una oferta más que interesante. Se trata de la llamada del Real Unión de Segunda B para hacerse con sus servicios en calidad de cedido. La escuadra de Irun, una de las referencias de la categoría de bronce, lleva todo el verano intentando su fichaje y en las últimas horas ha intensificado aún más si cabe las gestiones. Tiene una ficha libre y un hueco por cubrir en el eje izquierdo de su zaga. Está dispuesto además a esperar, si fuera necesario, a la completa recuperación física del vitoriano.
Todas estas cuestiones y la garantía de que iba a disponer de la continuidad que necesita -además de la presencia ya en el conjunto fronterizo del también albiazul Sergio Llamas- han convencido a Einar, que en estos momentos tiene claro que esa es su mejor opción.
Sin embargo, la operación se ha encontrado con un inesperado obstáculo en el camino. Porque el principal impedimentos en estos momentos para que se cierre definitivamente es la negativa del Deportivo Alavés a dejar marchar a Einar al Real Unión. La entidad de Mendizorroza parece decidido a que el central permanezca bajo su estructura y refuerce el filial de Tercera. Aunque el club fronterizo y el propio jugador tratarán de hacerle cambiar de idea antes del cierre del mercado.