2 Borja Mallo

f Jorge Muñoz

Vitoria ? Mientras que se afana en resolver la confección de la nueva plantilla, sobre la mesa de trabajo de SergioFernández no faltan asuntos espinosos a tratar y que se tienen que resolver de manera inmediata. Uno que lleva ya demasiado tiempo envarado, un año habría que decir, es el de un SergioLlamas que se encuentra ya en la obligación de encontrar un acomodo que no halló ni el pasado verano ni en el último mercado invernal. La situación del centrocampista en la primera plantilla lleva tiempo siendo completamente insostenible, pero las soluciones que se le han presentado no han terminado por cuajar. Y eso ha supuesto un frenazo muy importante a su carrera en una edad clave para su desarrollo. Tras un año prácticamente en blanco en el que acabó jugando solo en Tercera División, el vitoriano tiene que hallar un nuevo destino antes de que finalice el período de fichajes para poder disfrutar de los minutos que necesita para seguir creciendo.

A sus 24 años, el cartel de joven promesa ya ha caducado. Tras ofrecer un buen rendimiento en las oportunidades que le dio José Bordalás en la campaña del ascenso a Primera y pactar su renovación por tres temporadas ?hasta el 30 de junio de 2019?, el camino lógico indicaba que, ante la evidente falta de minutos que iba a tener, una cesión en algún equipo de Segunda era la mejor salida para un jugador que tampoco es que contase con un bagaje demasiado amplio dentro del fútbol profesional. En el peor de los casos, en Segunda B las opciones serían múltiples.

El mercado veraniego recorrió entonces toda su extensión y el vitoriano se mantuvo firme en su deseo de continuar a las órdenes de MauricioPellegrino. Desde la dirección deportiva le transmitieron propuestas procedentes de la categoría de plata y gran parte de los clubes de la de bronce se interesaron por su situación. Todas cayeron en saco roto, ya que el centrocampista confiaba en sus posibilidades.

Fuera de dinámica Como era previsible, los minutos no llegaron. Abierto el mercado invernal, la tesitura era mucho más clara que en el veraniego. Tenía que salir sí o sí.Pero fue no. De nuevo varios clubes llamaron al Paseo de Cervantes, pero el jugador declinó abandonar el Alavés. Y, para no quedarse la temporada entera en blanco, los responsables deportivos decidieron que bajase al equipo filial, a una Tercera División de nula incidencia en su crecimiento deportivo. Y, para colmo, no pudo conseguir junto a sus compañeros el ascenso de categoría a Segunda B.

Con el regreso del equipo al trabajo con la pretemporada, el mensaje al jugador ha sido bastante diáfano. No hay vuelta de hoja en su caso y su salida es ineludible. Durante las primeras semanas, se ejercitó a las órdenes de Luis Zubeldía, le dieron un dorsal del primer equipo (el 12) e, incluso, disfrutó de 45 minutos en el amistoso contra el Toulouse. Ahí se acabaron sus apariciones. En Laguardia, calentó durante mucho tiempo para terminar sin jugar. Y la semana pasada el club decidió que no formaría parte de la expedición que viajó primero a Turquía y después se concentró en Algorfa. Y eso que en la misma sí han estado un jugador lesionado como Víctor Laguardia, futbolistas como Adrián Diéguez o Ermedin Demirovic que están en el primer equipo con ficha del filial, un Einar Galilea que se encuentra en la última fase de recuperación de su lesión de rodilla o un Víctor López que cuenta aún entre el grupo de canteranos de Tercera. Precisamente, con el filial ha estado ejercitándose el propio Llamas los últimos días.

El mensaje desde el club es clarísimo, pero el problema para el futbolista es que el último año le va a pesar a la hora de encontrar un destino interesante. El hecho de haberse quedado prácticamente en blanco es un escollo importante. No se ha hablado de él y su nombre ha dejado de figurar como una opción interesante. Por eso, descartada además la posibilidad de marcharse al Rudes y seguir su carrera en el club croata vinculado, las puertas de la Segunda División se encuentran prácticamente cerradas y el destino habrá de encontrarlo descendiendo hasta la categoría de bronce.

Einar y Víctor Mientras que la situación de Llamas no es óptima, más contentos están en el club con otros dos canteranos como Einar Galilea y Víctor López. El vitoriano afronta el tramo final de la recuperación de la grave lesión de rodilla que sufrió en enero y se le intentará encontrar acomodo en Segunda B, mientras que el riojano está brillando en la pretemporada con el primer equipo y también podría salir a préstamo en la división de bronce. l