vitoria - Sin crítica ni competencia es difícil establecer márgenes de mejora en cualquier orden de la vida. También en el mundo del fútbol, por supuesto. Por esta razón, tras el anuncio semanas atrás de que el portero suplente del Alavés la pasada campaña, Ortolá, hacía las maletas para regresar de su cesión al Barça, la vacante se había convertido en uno de los principales problemas para el nuevo técnico albiazul, Luis Zubeldía, que ayer respiró cuando supo que el puesto ya había sido cubierto con el joven Antonio Sivera, de 20 años y procedente del Valencia, que ayer partió de gira a Canadá y los Estados Unidos sin el guardameta. A la espera de que el Alavés confirme de manera oficial hoy su fichaje, el jugador pasará hoy a primera hora el pertinente reconocimiento médico en la capital alavesa. Aunque no han trascendido aún los detalles contractuales de la operación, Sivera se habría comprometido con la entidad albiazul para las próximas cuatro temporadas a cambio de un traspaso que podría alcanzar los dos millones de euros. Ahora bien, su club de origen se reservaría el control sobre el portero alicantino ya que al final de cada temporada podría recomprar al futbolista por una cantidad que irá en aumento temporada tras temporada y que en la última campaña rondaría los cuatro millones de euros.

Además de cubrir una vacante fundamental en la plantilla, la llegada de Sivera supone un acicate más para Fernando Pacheco, el portero indiscutible de las dos últimas temporadas del Alavés, tanto con José Bordalás como con Mauricio Pellegrino en el banquillo. En ese sentido, es de esperar que la juventud, ganas y, sobre todo, las esperanzas que se tienen depositadas en uno de los porteros más prometedores del fútbol español redunden en una sana competencia de la que pueda sacar beneficio no solo el propio técnico argentino sino el equipo en general.