Vitoria - El Deportivo Alavés, tras el anunció del adiós de Mauricio Pellegrino, confirmó el pasado lunes que su condición de devorador de entrenadores en los últimos años se mantiene vigente tanto en los éxitos como en los fracasos. En esta ocasión ha sido la decisión del propio entrenador la que ha roto la relación, pero en situaciones precedentes fue el club el que decidió cortar por lo sano, incluso en los momentos de alegría. Una inestabilidad que, en la época reciente, no ha impedido la mejoría constante del equipo a pesar de esa inestabilidad permanente en una dirección técnica que no cuenta con un inquilino duradero desde los tiempos, quien consiguió permanecer durante casi seis temporadas al frente de El Glorioso antes de su destitución al final de la campaña 2002-03.

Desde entonces, el carrusel de cambios en el banquillo albiazul ha sido una constante y ningún entrenador ha completado dos temporadas enteras al frente del mismo. Al técnico de Balmaseda le relevó Txutxi Aranguren (siete encuentros) con el que se consumó el descenso y después Pepe Mel, que completó una campaña entera en Segunda División (50 partidos).

Después sobrevendría la etapa de Dmitry Piterman, con todas sus peculiaridades, entre ellas, las constantes entradas y salidas de la dirección de Chuchi Cos (83 partidos), que completó el año del ascenso -en el tramo final ayudado por Rafa Monfort- y comenzó el siguiente para ser relevado por Juan Carlos Oliva (5) y Mario Luna (15). El esperpento sería mayor aún el siguiente curso, que arrancaría con Julio Bañuelos (2) y seguiría con el propio Cos (21), Fabri González (9), Alberto Garmendia (1) y de nuevo Luna (5) antes del final con Quique Yagüe (10).

La etapa de Fernando Ortiz de Zárate en la temporada 2007-08 arrancó con Josu Uribe (27) en el banquillo, siendo suplido después por Julio Bañuelos (1) y José María Salmerón (16). El preparador almeriense arrancaría la siguiente temporada, pero tras 18 partidos fue destituido y suplido por Manix Mandiola primero (6) y por Javi López (19) después, con el que se consumaría el descenso a Segunda División B.

La andadura en la categoría de plata se iniciaría con Javier Pereira en el banquillo (24), al que siguió Iñaki Ocenda (15). En la campaña 2010-11, tras muchos años un entrenador completaba el curso completo al estar Miguel Ángel Álvarez Tomé de principio de curso a fin, acumulando 43 partidos.

Con el desembarco de Josean Querejeta regresó la inestabilidad en el primer año, que arrancó con Luis de la Fuente (11) y acabó con José Carlos Granero (29).

Acto seguido se abriría el periplo de mayo estabilidad en esta etapa, el que tuvo como protagonista a un Natxo González que se sentó en el banquillo alavesista durante una temporada completa en la que consiguió el ascenso a Segunda (47 partidos) y el comienzo de la siguiente (18) -después de un verano caliente en el que su renovación estuvo en duda a pesar de subir de categoría- antes de tomar su relevo Juan Carlos Mandiá (15) y Alberto López (11). Tras conseguir la salvación, el irundarra completaría también la campaña 2014-15 (46).

Después de la etapa de Alberto, al mando del Alavés se puso José Bordalás (44 partidos), al que el ascenso no le sirvió para seguir al romper el club su segundo año de contrato. En la última etapa, Mauricio Pellegrino ha dirigido al equipo vitoriano durante 47 partidos, también de manera exitosa, aunque en esta ocasión la decisión de no seguir ha sido del propio técnico.