Vitoria - La final copera supuso la decepcionante conclusión de una temporada histórica para un Deportivo Alavés que en el Vicente Calderón puso también punto final a un proyecto de un año de duración que no gozará de continuidad y que variará de nuevo de manera considerable a lo largo del verano para presentar un sinfín de novedades cuando la nueva temporada arranque allá por el ahora lejano mes de agosto. Comenzando por el banquillo y siguiendo por un gran número de jugadores, la revolución será enorme otra vez en la entidad del Paseo de Cervantes, obligada a reinventarse y a mantener el listón de la exigencia tras una de las mejores campañas de su trayectoria.

El del sábado fue el último partido de Mauricio Pellegrino al frente del banquillo alavesista, una decisión que ha partido del propio entrenador y que choca frontalmente con los intereses de un club que confiaba en el argentino como base para el nuevo proyecto. El trabajo del técnico de Leones ha sido sensacional a lo largo de todo el curso, construyendo prácticamente desde la nada un equipo que ha conseguido una permanencia muy holgada, se ha clasificado en una notable novena posición y ha alcanzado la final copera. Unos registros que, presumiblemente, será muy difícil repetir la próximo temporada. Y en esa cuestión radica, en parte, la decisión del Flaco de marcharse.

el listón, muy alto El Alavés lleva ya un mes trabajando en el relevo en el banquillo, desde que Pellegrino le comunicase personalmente a Josean Querejeta que declinaba su oferta de renovación. Una de las causas principales es el elevado listón de exigencia que ha marcado el argentino con sus resultados en su primer año en el club, ya que es consciente de que la temporada siguiente se le pediría aún más y tiene clara la dificultad de superar lo conseguido, una cuestión que le han remarcado también desde su entorno. Lo lógico de cara al curso venidero es que no se disfrute de tanta tranquilidad en la competición de la regularidad, mientras que repetir el papel copero es prácticamente imposible. Por eso, el de Leones -que también ha vivido un año complicado en lo personal al estar alejado de su familia durante muchos meses- considera que es mejor decir adiós por la puerta grande y quedar inmaculado de cara a un futuro que todavía es incierto para él.

La marcha de la cabeza visible del banquillo propiciará también la descomposición de un cuerpo técnico hecho prácticamente al dictado del Flaco, por lo que en este sentido el trabajo en verano también habrá de ser importante. En la dirección deportiva, en la que se mantiene un Sergio Fernández al que Querejeta considera pieza angular de su proyecto, no va a faltar trabajo teniendo en cuenta que la plantilla también sufrirá multitud de bajas vitales para las que se habrá de buscar relevo en el mercado.

Gran parte de la columna vertebral de este maravilloso equipo quedará quebrada con el cambio de temporada. Los Marcos Llorente, Theo Hernández, Víctor Camarasa, Kiko Femenía o Deyverson dicen adiós a un equipo en el que han explotado como futbolistas, mientras que la lesión de larga duración de Víctor Laguardia eleva hasta seis la pérdida de jugadores que han compuesto la base de este Alavés. En un listado con los mejores del curso, apenas dos o tres nombres más -Fernando Pacheco, Manu García e Ibai Gómez- podrían añadirse a ese bloque que el pasado sábado vistió por última vez de albiazul.

trece con contrato De la actual plantilla, solo trece jugadores tienen contrato en vigor para la próxima temporada, pero eso no quiere decir que todos ellos tengan su continuidad asegurada. Sí que se puede afirmar en los casos de Manu García (finaliza su vinculación en 2018), Ibai Gómez, Carlos Vigaray y Zou Feddal (en 2019 los tres), así como en el del lesionado Laguardia, que tiene firmado hasta 2020. La dirección deportiva tendrá que estudiar punto por punto el resto de los casos, cada uno con sus particularidades.

Por ejemplo, Fernando Pacheco es indiscutible en cualquier plan de futuro, pero su excelso rendimiento le mantiene en el mercado y una oferta muy importante podría finiquitar su andadura en Vitoria. En el apartado de albiazules que pueden tener novias en el mercado, desaparecido Laguardia, también puede situarse un Edgar Méndez que tiene una accesible cláusula de rescisión de cinco millones de euros.

El otro grupo de jugadores con contrato en vigor lo componen los que han rendido por debajo de las expectativas o han ido decayendo en su rendimiento. En algunos casos se optará por la segunda oportunidad, mientras que en otros se buscará la solución en busca de rescisión, cesión o traspaso. Este bloque está compuesto por Alexis Ruano (2018), Nenad Krsticic (2018), Daniel Torres (2020), Óscar Romero (31 de diciembre de 2017), Aleksandar Katai (2019) y Christian Santos (2019), la mayoría grandes apuestas del club que no han dado todo lo que de ellos se esperaba. Alguno de ellos seguirá, pero más de uno tendrá que buscar nuevo destino.

cada caso, un mundo Entre los siete cedidos que concluyen su préstamos, las situaciones también son diferentes. Marcos Llorente y Theo Hernández ponen rumbo de regreso a Madrid para seguir compartiendo vestuario en el Santiago Bernabéu a la espera que se decida acerca de sus respectivos futuros, estando el Alavés muy atento en el caso del mediocentro. Víctor Camarasa regresará a la disciplina del Levante, aunque parece improbable que vuelva a vestir de granota. La misma situación se le presenta a Deyverson, aunque en su caso el club vitoriano tiene una cláusula preferente para ficharle por siete millones de euros, aunque la misma solo se aplicará si antes se acuerda su traspaso a un tercer club.

Los casos de Adrián Ortolá, Rodrigo Ely y Rubén Sobrino son peculiares, ya que existen opciones de ampliar sus vínculos. El guardameta solo tiene opciones de seguir en el caso de que Pacheco salga traspasado, mientras que el Alavés aspira a negociar con el Milan hacerse con los derechos de Ely -esta operación parece bastante factible-, una situación en la que también podría encontrarse Sobrino, aunque su continuidad es más complicada.

Por último, Kiko Femenía, Raúl García y Gaizka Toquero concluyen contrato el 30 de junio. El alicantino ha rechazado la oferta de renovación alavesista y apunta al fútbol inglés, el gallego sabe desde hace tiempo que su periplo de tres temporadas y media en Vitoria toca a su fin, mientras que el de Ariznabarra tiene sobre la mesa la opción de seguir un año más aunque la oferta que le han presentado no le satisface del todo y podría decantarse por seguir o marcharse.

Con semejante panorama, el verano será de nuevo movido al estar finiquitado desde el sábado un proyecto cuyas bases solo han estado asentadas una temporada en Mendizorroza y no gozarán de continuidad.