Vitoria - Un de las temporadas más brillantes en la historia del Deportivo Alavés se acerca ya a su final, aunque siempre pensando en el epílogo copero que queda por delante con esa final en la que El Glorioso tratará de convertirse en leyenda. La competición liguera se despide esta tarde de Mendizorroza con el penúltimo encuentro que queda por disputarse de este torneo y el estadio del Paseo de Cervantes se dispone a vivir una nueva fiesta, como siempre desde hace unos años. Aunque lo que quede en juego ya sea nimio y no vaya más allá de la posición final en la clasificación, el equipo quiere regalarle a su afición una nueva victoria que sirva como estímulo para esa final que está en el horizonte y que supondrá el reencuentro entre grada y jugadores dentro de apenas dos semanas. El equipo sigue preparando esa gran cita y también lo tiene que hacer una afición que será en el Vicente Calderón un factor fundamental en ese sueño de alzar la Copa del Rey.
El cuadro de Mauricio Pellegrino llega a este final del curso en un momento excepcional y quiere mantener esa línea de buenos resultados hasta la final copera. Precisamente, iguala en estos momentos su mejor racha de la temporada sin conocer la derrota y lo ha hecho en la misma serie de cinco partidos que lo hizo en la primera vuelta, aunque con registros ahora mejorados con tres triunfos y dos empates por las dos victorias y tres igualadas anteriores. En el duelo en Balaídos contra el Celta, en el tiempo de descuento prácticamente, esa serie quedó entonces rota. La venganza llegaría en la histórica semifinal copera disputada entre estos dos equipos, pero los alavesistas quieren vivir un nuevo capítulo de alegría con una nueva victoria en Mendizorroza.
Este Glorioso quiere seguir manteniéndose en la seriedad hasta el último día. Por la final, pero también por no mancillar la que es una sobresaliente campaña en la competición de la regularidad. En este sentido, dentro del vestuario no se ha dejado de apretar en ningún momento. Y tampoco desde la dirección, ya que cada posición mejorada al final del curso supone una ganancia económica considerable con el actual sistema de reparto del dinero de los derechos televisivos. El conjunto vitoriano tiene en sus manos la opción de acabar entre los diez primeros e, incluso, podría llegar hasta el octavo puesto dependiendo de otros resultados. Y ahí se va a mantener peleando hasta el último día como si la vida le fuese en juego, lo mismo que ha hecho durante toda la campaña.
De cara al encuentro de esta tarde contra el Celta, que puede ser el último en Mendizorroza para muchos de los componentes de la actual plantilla, anunció el viernes el técnico argentino la entrada en escena de nuevo de las rotaciones. El Flaco pretende mantener a todos sus elementos en tensión competitiva de cara a la final y ya recurrió a los cambios en la visita al Betis, cuando varió su alineación al completo. Quizá no opte hoy por una revolución semejante, pero es evidente que en estas dos últimas jornadas el preparador alavesista pretende repartir minutos para mantener a su plantilla en tensión, lo que no quiere decir bajar el listón competitivo.