Vitoria - Y a la tercera, por fin, el club escuchó al alavesismo, que el próximo 27 de mayo podrá ver cómo su equipo salta al césped del Calderón vistiendo una zamarra “como Dios manda”, teñida de azul y blanco en la histórica final de la Copa del Rey ante el FC Barcelona. El deseo y la ilusión llegarán a la tercera ocasión, que suele ser la vencida, después de los precedentes de la época de la UEFA, donde el Alavés vistió en un primer momento con un sorprendente color rosa en su debut en la competición europea -la excelente trayectoria de aquel equipo daría lugar después al apelativo de Pink Team- y después, ya en la final ante el Liverpool, con una camiseta a rayas horizontales que mezclaba el azul marino con el ocre y que estaba inspirada en la elástica del Boca Juniors argentino. Una decisión polémica que no gustó ni a los jugadores -hubo casos como el de Hermes Desio que llegaron incluso a negarse a jugar- ni a la afición, que sin embargo a día de hoy la guarda como un tesoro.
Con estas circunstancias todavía demasiado recientes en el tiempo y con la necesidad por parte del club de preservar la tradición y los valores de una entidad que a punto está de cumplir su centenario, el alavesismo respiró ayer con alivio cuando vio aparecer por el túnel de Mendizorroza a Manu García, Dani Torres y Fernando Pacheco vestidos con una equipación acorde a la historia del Glorioso: camiseta a rayas azules y blancas acompañadas de pantalón y medias del mismo color por aquello de la coincidencia con el culote que el día D llevará el Barça, que actuará como local.
los detalles Colmadas las expectativas llegó el momento de entrar en los detalles de una camiseta que por derecho propio ya forma parte de la historia del club. Detalles que en realidad no fueron tantos ya que en realidad se trata de la misma primera equipación que el equipo viene utilizando esta temporada cuando juega en Mendizorroza y cuando puede hacerlo como visitante. Las mismas siete franjas azules y blancas estampadas en vertical. Sobre esa base, y ahí radican los matices que resultan novedosos, un par de detalles para justificar su lanzamiento. A la altura del pecho luce un pequeño recordatorio de la efeméride que incluye la silueta del trofeo de la Copa, y en la manga derecha, en sustitución del habitual logo que exige la Liga de Fútbol Profesional, el correspondiente a la presente edición de la final de Copa, cuyo organizador es la Federación Española de Fútbol. Hasta ahí. nada más. Punto y final con una salvedad. La camiseta mantiene el mismo patrocinador, la misma marca alavesa con la que el Glorioso selló un acuerdo de colaboración hace algunas semanas.
En resumen, y conforme la camiseta se hacía viral, cierto punto de bluf entre el alavesismo por aquello de las expectativas que se habían creado desde que se anunció su lanzamiento, pero satisfacción a fin de cuentas entre la masa social del club y el vestuario, que ayer, en boca de su capitán, manu García, calificó de “acertado” el modelo presentado para una cita histórica. Quizá la falta de sintonía entre el club y Hummel, la marca que actualmente viste al equipo y que hace pocas semanas rompieron su relación de cara al año que viene, podría servir para explicar la falta de un diseño que sin menoscabar un ápice su poso histórico con el azul y el blanco como tonalidades predominantes, sí podría haber sido al menos un poco más original.