En dos ocasiones ha visitado Aritz Aduriz al Alavés en Mendizorrotza y los recuerdos del punta no pueden ser más contradictorios. Una de cal y una de arena. Así puede resumirse el impacto del delantero rojiblanco en el feudo babazorro, donde se ha fajado con las camisetas del Valladolid y del Athletic. La primera vez que asomó en Gasteiz lo hizo como jugador blanquivioleta, en la primera jornada de la liga 2004-05 en Segunda División. Aduriz, en el encuentro que suponía su debut liguero con el equipo de Pucela y, por ende, en su estreno en la categoría de plata, firmó un hat-trick que sirvió al Valladolid para imponerse al Alavés por 2-4.

El donostiarra, en estado de gracia, hizo los tres primeros goles del conjunto dirigido por el croata Sergije Kre?ic?. El primero, en el minuto 15, lo firmó desde los once metros al convertir un penalti cometido sobre sí mismo por el guardameta Juan Pablo, que vio cómo el ariete guipuzcoano volvía a batirle en los minutos 31 y 50. Fue la tarde de Aduriz, imparable en Mendizorrotza para lamento de la hinchada local, que asistió boquiabierta a una auténtica exhibición del ariete, que fue sustituido en el minuto 69. Para entonces, la referencia ofensiva vallisoletana se había bastado para fulminar a un Alavés que, tras encajar un cuarto gol por mediación de Óscar Sánchez, apenas pudo maquillar el resultado final con los tantos logrados por Pepe Thiaw y De Lucas.

Aduriz cerró aquella temporada, la que significaba su bautizo en Segunda, con un total de catorce goles en las 32 jornadas que disputó. Su buen hacer durante la campaña, unido al rendimiento ofrecido durante la primera mitad del siguiente curso (2005-06) le sirvió para obtener el ansiado billete de regreso al Athletic. Se incorporó a la dinámica rojiblanca durante el mercado invernal, cuando el equipo comandado entonces por Javier Clemente se hallaba con el agua al cuello y la permanencia como objetivo.

Fue en medio de tan delicado escenario cuando Aduriz visitó por segunda vez Mendizorrotza. Corría el 2 de abril de 2006 y el donostiarra, con el Athletic sumamente exigido en un partido que tocó a su fin sin goles, solo aguantó trece minutos en pie. Sufrió una distensión en el ligamento lateral interno de la rodilla derecha que le obligó a ser sustituido por Fran Yeste y a no reaparecer hasta 27 días más tarde, en el Benito Villamarín, donde volvió a torcerse la rodilla. Tuvo que forzar Aduriz debido a la complicada situación clasificatoria del equipo y recayó, viéndose abocado a sufrir desde la grada el tramo decisivo de una temporada que se torció para él en Mendizorrotza y que, afortunadamente, pudieron sacar adelante los leones.

Las dos visitas del delantero al Alavés, equipo al que también se ha enfrentado dos veces como local, logrando la victoria por 1-0 con el Valladolid en 2005 y firmando un empate a cero como rojiblanco en el envite liguero celebrado el pasado 8 de enero en San Mamés, transmiten por tanto dulces y amargos recuerdos al donostiarra, que regresará a la titularidad el domingo después de salir desde el banquillo en Balaídos.

once visitas del athletic En cuanto al Athletic hace referencia, cabe destacar que los leones solo han perdido un partido de los once disputados en liga en el campo gasteiztarra, donde ha conseguido ocho victorias y dos empates, una estadística contundente. La única derrota de la escuadra rojiblanca en el feudo albiazul se remonta al 3 de diciembre de 2000, cuando el equipo de José Manuel Esnal, Mané, se llevó el gato al agua al vencer por 2-1.