Mauricio Pellegrino analizó con la calma habitual la eufórica victoria del Deportivo Alavés, aunque ya no se juegue nada en lo que queda de curso. El técnico volvió a demostrar su ambición y competitividad a pesar de haber conseguido ayer el objetivo propuesto a principios de temporada, que era el de llegar a los 48 puntos: “Los puntos con los que soñábamos a principio de temporada los hemos conseguido. Pero ahora tenemos que llegar a los 52”.
La grata respuesta de la segunda unidad fue la principal alegría que El Flaco recogió del triunfo ante el Betis, lo que además le permite dar descanso a su once de gala antes de la gran final. “Es un triunfo importante para nosotros, con muchísimos jugadores que han tenido pocas oportunidades en toda la temporada. Han respondido”, se enorgulleció el argentino.
Acertó Pellegrino con su planteamiento, consciente de que, sin nada en juego, era posible que los suplentes habituales rindieran mejor que los titulares: “Sabía que un partido como este iba a ser más intenso usando a la gente que juega poco. Contra Osasuna salió mal, pero ahora hemos sumado los tres puntos. Se ha reflejado el trabajo que hacen todos los jugadores a diario”.
El aspecto negativo del choque lo puso el lateral Carlos Vigaray, que tuvo que abandonar prematuramente el encuentro debido a una lesión. El técnico, como es habitual, no se atrevió a vaticinar su estado: “Vigaray ha tenido molestias, pero sabremos su alcance después de los exámenes médicos”. También le vio el lado positivo a este contratiempo, y es que a su juicio “estos sucesos sirven para estar mejor preparados ante lo que venga”.
La clave del partido para él radicó en la fuerte salida del conjunto albiazul tras el descanso, con el gol del empate. “El primer tanto nos ha soltado y le ha provocado más ansiedad al rival. A partir de ahí, el equipo ha dado un paso adelante y ha llegado la remontada, pero es el primer gol el que cambia el partido”, anunció sobre el exitoso golpeo de Krsticic.