vitoria - “Por tierra, mar y aire”. La célebre frase que en su día acuñó en una entrevista en este diario José Manuel Salán, ex árbitro alavés y uno de los aficionados del Alavés más activos -es de los pocos que sigue al equipo no solo en Mendizorroza si no en todos sus desplazamientos-, sirvió el pasado domingo en el estadio Insular para constatar que el mayor tesoro del club, más allá de jugadores, directivos o gestores, es su incansable afición, capaz de sacrificar o adapatar sus vacaciones a los destinos del club de sus amores. En este caso, el domingo, tocó viajar a Las Palmas, donde una pequeña representación del alavesismos volvió a protagonizar la enésima ejemplo de dedicación a unos colores. Con la mente ya puesta en la Final de Copa, pocos dudan a estas alturas que al menos en la grada, la victoria está asegurada. - A.G.
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