Vitoria - Uno de los casos particulares en la plantilla del Deportivo Alavés lo representaba Gaizka Toquero, que acaba contrato el próximo 30 de junio pero que tenía firmada una cláusula para renovar automáticamente su vinculación con el club durante una temporada más en el caso de alcanzar esta campaña unos parámetros mínimos. El delantero vitoriano, que vive su segundo año en la entidad del Paseo de Cervantes, ya tiene imposible llegar en lo que queda de temporada a esas exigencias mínimas que marcaba el vínculo que firmó en verano de 2015, por lo que en apenas dos meses finalizará su actual relación con un Glorioso que todavía no ha movido ficha para intentar renovarle.

Hasta hace bien poco, Toquero aún aspiraba a cumplir la cláusula que había firmado con el Alavés para ampliar su contrato de manera automática durante una temporada más. Con ocho partidos por disputarse -siete de Liga y la final de la Copa del Rey-, el delantero ya no puede alcanzar ese mínimo pautado entre las dos partes, así que oficialmente quedará libre dentro de algo más de dos meses y ahora ya tiene la potestad de negociar un nuevo contrato, ya sea con el propio club vitoriano o con otro equipo que se interese en sus servicios.

De momento, desde las oficinas del Paseo de Cervantes no se ha movido ficha en ningún sentido. Las únicas negociaciones que se han abierto durante la temporada fueron las que se resolvieron de manera satisfactoria con las ampliaciones de los contratos de Fernando Pacheco y Víctor Laguardia hasta 2020 y la que fracasó con Kiko Femenía para ampliar su vinculación más allá del final de la presente temporada. En la misma situación que el punta de Ariznabarra se encuentra un Raúl García que también finaliza contrato y que no ha recibido llamada alguna para hablar de su futuro.

De momento, Toquero se mantiene a la expectativa mientras que desde su entorno se espera una llamada del club para tratar la situación. A estas alturas, la misma es de indefinición, ya que se desconocen las intenciones del Alavés. Hasta hace bien poco, existía la opción de la renovación automática, pero una vez desechada esa posibilidad las dos partes deberían sentarse de nuevo a la mesa de negociaciones si es que El Glorioso aspira a seguir contando con el delantero, una cuestión en estos momentos desconocida para su entorno.

Si ya fue pieza clave en el ascenso a Primera División, en su regreso a la máxima categoría el de Ariznabarra ha evidenciado que puede ser algo más que un futbolista aprovechable. El vitoriano acumula veinticuatro partidos (dieciséis como titular), 1.290 minutos y tres goles en lo que va de campaña, en la que se ha especializado en actuar como extremo derecho. Además, ha formado parte del equipo base que firmó los mejores partidos del año y la clasificación para la final copera. Y, por si fuera poco, se trata de un referente de alavesismo en la grada y la ciudad. Pero, de momento, su continuidad la próxima temporada se encuentra en duda al finalizar contrato.