Vitoria - En el verano de su regreso a Primera División, el Deportivo Alavés vivió acuciado por las premuras en el tiempo para confeccionar su nuevo proyecto, una situación que no se repetirá a la hora de emprender la planificación de la segunda temporada en la máxima categoría. Los cambios que se vivieron hace unos meses en el seno de la entidad del Paseo de Cervantes y que condujeron a remover los cimientos de toda la estructura deportiva propiciaron que el nuevo encargado de esa parcela, Sergio Fernández, realizase un soberbio trabajo contra el reloj para estructurar un equipo renovado casi al completo en apenas dos meses. Con la salvación ya asegurada y la única duda de si El Glorioso jugará en Europa la próxima temporada, en esta ocasión el director deportivo no estará tan agobiado por el calendario por mucho que tenga que emprender de nuevo una reestructuración profunda de la plantilla albiazul.
Sergio Fernández contará ahora con la ventaja de partir de una base de trabajo sólida y de tener a sus espaldas todo un año de incesante labor. Cuando desembarcó en las oficinas del Paseo de Cervantes, el nuevo director deportivo tuvo que formar una nueva plantilla, pero también le tocó estructurar toda una parcela del club que estaba falta de elementos. No era el desierto más absoluto, pero no estaba lejos. Ahora, al menos, hay unos cimientos que ya han ido desarrollando un trabajo a lo largo de los últimos meses al que a partir de ahora se le habrá de comenzar a dar forma.
La labor de Sergio Fernández, en todo caso, no será para nada sencilla. Eso sí, al menos ahora dispondrá de más tiempo que el pasado verano a la hora de tomar decisiones y de emprender negociaciones. Y tampoco partirá desde la ínfima base de cinco jugadores con contrato en vigor útiles que se encontró a su llegada a Vitoria. Una odisea que comenzó con la rescisión de José Bordalás, la marcha de algunos jugadores que mantenían vínculo con el club, la contratación de Mauricio Pellegrino y su nuevo cuerpo técnico y el fichaje de una veintena de jugadores al tiempo que se ponía en marcha la nueva pirámide de la dirección deportiva. Casi nada.
El primero de los pasos a dar es el del entrenador. Los primeros contactos con Pellegrino ya se han mantenido, pero el propio técnico argentino ha señalado que la cuestión se encuentra paralizada hasta que concluya el curso. Teóricamente, no debería existir problema alguno para la renovación del argentino, que ha cumplido sobradamente los objetivos que se le habían marcado. Lo único que podría entorpecer esta cuestión sería una debacle de aquí a final de curso o una llamada al Flaco desde otro club que le presentase una propuesta más interesante.
trece con contrato En lo referido a la plantilla, en estos momentos hay trece futbolistas (Pacheco, Laguardia, Vigaray, Alexis, Feddal, Torres, Manu García, Edgar, Krsticic, Romero -en su caso, hasta el 31 de diciembre de 2017, aunque ampliable al 30 de junio de 2018-, Ibai Gómez, Katai y Santos) con contrato en vigor de cara a la próxima campaña. Una base ya importante, aunque un vínculo todavía vigente no le asegura a nadie la continuidad.
Por una parte, hay en este grupo futbolistas que no han cumplido con las expectativas que habían generado y a los que se podría estudiar buscar una salida por su bajo rendimiento, una cuestión que nunca en sencilla en estos casos. Por otra, hay jugadores -Pacheco, Laguardia, Edgar...- que han brillado a lo largo de los últimos meses y que se encuentran en el punto de mira de otros clubes que podrían apostar por hacer un desembolso para acometer su contratación. Dinero fresco en las arcas del club, pero a cambio de perder piezas importantes.
Kiko Femenía, Gaizka Toquero y Raúl García terminan su vinculación con el Alavés el próximo 30 de junio, aunque sus situaciones personales son bien diferentes. Al alicantino, al que se le han presentado ofertas para su renovación sucesivamente rechazadas, se le da ya por perdido y seguramente acabará vistiendo la camiseta del Watford en Inglaterra. El vitoriano, por su parte, tiene una cláusula en su contrato para un tercer año opcional, pero las condiciones pautadas no se van a cumplir y las partes tendrían que sentarse a negociar un nuevo contrato. Por último, el gallego tiene casi imposible continuar un nuevo año en Vitoria.
cesiones, cada una un mundo El siguiente apartado es el que corresponde a los siete jugadores que se encuentran esta temporada cedidos, cada uno con sus particularidades. Sobre el único que El Glorioso tiene una potestad real es Deyverson, ya que hay una opción preferencial de compra por siete millones de euros; en todo caso, todo hace indicar que solo se ejecutaría la misma si de antemano se consigue colocar en un tercer club al brasileño por una cantidad superior y así hacer negocio. Con Ortolá y Sobrino existe la posibilidad de ampliar sus respectivas cesiones por una segunda temporada, aunque habría que negociar con Barcelona y Manchester City, respectivamente, en cada caso.
Jugadores como Llorente, Theo y Camarasa parecen escaparse ya de la órbita alavesista, aunque el club no dudará en solicitar a quien corresponda una nueva cesión en los dos primeros casos. Eso sí, ambos jugadores se van a mover en un universo completamente diferente al del club vitoriano, por lo que parece que sus vueltas son imposibles. Lo mismo ocurre con el valenciano, con una cláusula de doce millones de euros en el Levante que entidades de enorme potencial están dispuestas a abonar.
Caso particular es el de Rodrigo Ely. El central que llegó en el mercado invernal procedente del Milan se ha ganado un hueco en el equipo en las últimas semanas y su rendimiento está siendo interesante. Parece difícil que en el club italiano, donde llevaba más de un año en blanco, tenga oportunidades, así que el Alavés podría estudiar estirar el préstamo del central brasileño durante un curso más si al final de la campaña queda satisfecho con su rendimiento.
En todo caso, no será trabajo lo que le falte a Sergio Fernández el próximo verano. Más aún si, además de la confección de la plantilla, el director deportivo también comienza a contratar jugadores interesantes pensando en el medio plazo para tener futbolistas en propiedad y que sigan formándose en otros clubes. Una tónica habitual en Primera, pero que el Alavés, por sus premuras, no pudo llevar a cabo el pasado verano. El técnico leonés y sus colaboradores ya han peinado el mercado -la Segunda División se sigue de muy cerca y también se han hecho viajes a varios países para valorar futbolistas- en busca de opciones de todo tipo para así llegar a los decisivos meses de junio, julio y agosto con el trabajo adelantado para confeccionar el nuevo proyecto.