Vitoria - Todos los abonados del Deportivo Alavés que así lo deseen tendrán asegurada su presencia en la final de la Copa del rey que se celebrará el próximo sábado 27 de mayo en el estadio Vicente Calderón. El club vitoriano mantuvo ayer la primera reunión logística con la Federación Española de Fútbol y el Fútbol Club Barcelona para determinar los aspectos fundamentales de la organización del evento y no se produjeron novedades significativas son respecto a la final del pasado año disputada en ese mismo escenario. Así, cada uno de los clubes recibirá 19.301 entradas -la Federación se queda con 11.280, mientras que las 5.000 que quedan para completar el aforo del estadio son destinadas a los dispositivos de seguridad-, lo que asegura, tal y como querían los mandatarios albiazules, que todos los abonados de El Glorioso que lo deseen puedan asistir a dicho partido, que, otro aspecto que fue fijado oficialmente ayer, comenzará a las 21.30 horas. La única novedad significativa fue el aumento del precio de las entradas más baratas, que pasan de 50 a 60 euros, una horquilla que se va hasta los 240 euros en el caso de las más caras.

La entidad del Paseo de Cervantes desvelará la próxima semana cómo procederá al reparto de las 19.301 entradas que le corresponden para la final, ubicadas en el fondo norte -costarán 60, 70 y 80 euros- y una pequeña parte de las tribunas centrales adyacentes -entre 90 y 240 euros-, pero en las oficinas de Mendizorroza las cosas están bastante claras. La prioridad absoluta será para todos los abonados de la entidad, una cifra que no ha sido desvelada oficialmente pero que se mueve entre los 15.500 y los 16.000. Las algo más de tres mil entradas restantes quedarán en manos del club, que tendrá que atender con ellas sus propios compromisos: patrocinadores, empresas asociadas, empleados y los propios futbolistas. En todo caso, parece bastante complicado que quien no sea abonado o tenga contactos dentro del club vaya a tener opciones de tener entrada.

La cuestión más compleja en este caso reside en el hecho de que los pases sean nominativos e intransferibles. Por cuestiones de seguridad, se trata de una práctica habitual en este tipo de eventos, lo que obliga a que la persona poseedora de una entrada se identifique como tal en el acceso al estadio. En años precedentes, los clubes han buscado soluciones para que se puedan transferir entradas entre personas -mediante documentos de cesión- y se está estudiando esa posibilidad. De la misma manera, el club desvelará la próxima semana cómo se procederá al reparto de los asientos en el estadio, otra cuestión espinosa porque en algunos casos no será sencillo que grupos de familiares o amigos se sienten juntos.

parque de san isidro Con el tema prioritario de las entradas ya encauzado, el otro aspecto importante de cara a los aficionados es conocer dónde estará situado el punto de encuentro de cada club. En este sentido, parece que también se mantendrá la línea de la final del año pasado. Entonces, el Barcelona se fue a Matadero, mientras que el Sevilla estuvo en el parque de San Isidro. Esta ubicación -al sur del Vicente Calderón, pasando el río Manzanares y a apenas diez minutos andando del estadio- es la deseada por el Alavés para ubicar su fan zone, y solo requiere el permiso del Ayuntamiento de Madrid para que así sea.